LAB advierte de que en las sustituciones de verano de Osakidetza, vuelven a darse pasos atrás en el reto de normalizar el uso del euskara en dicha entidad.
Recientemente, los Ayuntamientos de Zumaia, Getaria, Zestoa y Aizarnazabal, junto con UEMA, la mancomunidad de municipios euskaldunes, han denunciado públicamente que para realizar las sustituciones de personal médico de sus municipios Osakidetza ha contratado a una persona que no sabe euskara y en consecuencia, los derechos lingüísticos de las personas usuarias y la calidad de la atención sanitaria de estos municipios mayoritariamente euskaldunes se han visto afectadas.
Queremos señalar que casos como el que se ha denunciado desde los mencionados municipios son habituales en Osakidetza, y no solo en las categorías médicas, sino que en el resto de categorías se dan pasos atrás en lo que respecta al uso del euskara. Esto ocurre a lo largo de todo el año agravándose en verano, ya que el número de sustituciones también se incrementa.
En Bizkaia también se dan casos similares. Por ejemplo, Osakidetza ha contratado personal médico sin requisito de euskara en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Durango y ha hecho lo mismo con personal de enfermeríca en el PAC de Ondarroa. En el caso de auxiliares administrativos, podemos encontrar personal sin requisito de euskara en admisión del Hospital de Cruces, en el centro de salud de Castaños, en Portugalete, en el de Cabieces, en Santurtzi y en el de Ortuella. Estos últimos nos parecen especialmente graves, ya que se trata de contratos de entre 2 y 3 meses. En Araba, también ha contratado auxiliares administrativos sin conocimiento de euskara en el call center que ofrece atención telefónica.
En bastantes ocasiones los empleos con requisito de euskara se cubren con personal sin conocimientos de euskara, algo que muchas supone supone pasos atrás en la normalización del euskara, ya que el personal euskaldun se sustituye a menudo por personal no euskaldun. Estas situaciones también ocurren en municipios netamente euskaldunes y también en servicios de información ciudadana, que según la normativa de Osakidetza de mayor prioridad en lo que al euskara se refiere, ya que aquí, todos los puestos tienen establecida la condición de conocer el euskara.
En lo que respecta a que ocurran estas vulneraciones de derechos, Osakidetza suele señalar diferentes excusas. Una de las más habituales es la falta de personal euskaldun en numerosas categorías profesionales. En opinión de LAB, esta falta de personal en algunas categorías, como la del personal médico, es algo que viene de lejos y por lo tanto, las necesarias medidas para solucionar este problema deberían haberse tomado hace tiempo, junto con la universidad. Por desgracia, áun no se ha adoptado ninguna de estas medidas. En otras categorías, como las relativas a personal administrativo, para solucionar la fatla de profesionales euskaldunes sería suficiente con abrir las listas.
Otra de las razones para dar pasos atrás en materia de euskara en las sustituciones es la contratación eventual a la que recurre Osakidetza. Con este tipo de contratación no se sustituyen puestos concretos, sino que se utiliza para cubrir los diferentes huecos que puede haber en los servicios. Por desgracia, y tal y como se demuestra en el informe que ha realizado LAB recientemente, Osakidetza recurre a este tipo de contratación de forma masiva y sin justificación, y también para sustituir puestos concretos o cubrir necesidades estructurales. Como la exigencia de euskara solo es para puestos concretos, resulta habitual que debido al uso masivo de la contratación eventual, no pedir requisito de euskara en las sustituciones que se realizan para llevar estos huecos. El uso injusto de este tipo de contratación, además de afectar al proceso de normalización del euskara, también precariza las condiciones laborales de la plantilla, ya que en muchas ocasiones, un contrato digno que debería ser para cubrir un puesto estable y estructural se convierte en una serie de contratos cortos que puede ser cortada en cualquier momento,
LAB pide nuevamente a Osakidetza que tengan en cuenta los derechos de la plantilla, la calidad del servicio sanitario y la normalización del euskara en las sustituciones temporales.