El 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental. La víspera traemos aquí el artículo de opinión de Ainhoa Gutiérrez San Torkuato, delegada de LAB en la red de Salud Mental de Bizkaia.
¡Qué bonito queda poner en el calendario días como este! Y qué bonito para las instituciones y los medios de comunicación hablar de semejante día hoy y volver a darlo por olvidado todo el año.
Ayer, hoy y mañana, para el sindicato LAB son días de defensa de un sistema de atención a la salud mental pública y digna.
El lema de este año es «Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental».
Tener un trabajo digno y en condiciones es vital para nuestra salud. Y en Osakidetza esto no ocurre, menos aún en las diferentes redes de salud mental. El estrés, los ratios inadecuados, la falta de evaluación de las condiciones psicosociales, el escaso respeto a nuestros derechos, la falta de inversion en las adaptaciones de los centros de trabajo, la obligación de trabajar en edificios de amianto, que las y los condenados a estar nuestro cuidado, como cuidadores y cuidadoras, estén en segunda línea, etc. son algunos os problemas actuales.
Osakidetza no cuida nuestra salud mental; ni la de las y los trabajadores, ni la de la sociedad. No prima la prevención y tiene una falta de profesionales tremenda. A nivel europeo, la CAV está en los puestos de atrás. Por poner un ejemplo, la Organización Mundial de la Salud dice que se necesitan 20 psicólogos y psicólogas por cada 100.000 habitantes, y aquí solo tenemos 6. Y cuando a una o uno de estos se le prescribe baja por enfermedad, está con licencia por maternidad o paternidad o está de vacaciones, no es sustituido o sustituida. Las listas de espera son interminables y a veces la enfermedad no puede esperar.
Osakidetza está actuando de forma irresponsable en Salud Mental. Ahora que hay necesidades crecientes es cuando invierte menos dinero. No tenemos más que acudir a los Centros de Salud que hay en los municipios para confirmar que decimos la verdad. Que se vacíe el cuarto de las escobar para que la o el Trabajador Social ejerza sus funciones no es justo. Sin ventanas, sin espacio para moverse, sin espacio y condiciones para atender a las personas… Así nos habilita Osakidetza. En pequeños agujeros. Eso es para Osakidetza la Salud Mental. Una realidad que pretende hacer invisible. Otro ámbito que pretende orientar hacia la privatización.
Por otro lado, tenemos un grave problema social con la estigmatización y la exclusión. Las personas con problemas de Salud Mental tienen mucho más difícil (en muchos casos imposible) encontrar trabajo. Cuando una o un paciente no puede socializarse, es imprescindible la cobertura del sistema publico para que no reciban una condena para siempre.
No queremos dejar de mencionar a la juventud jóvenes. Cada vez tienen más problemas de Salud Mental debido al modelo social que nos oprime. Sean adicciones, sean ansiedades o depresiones, sentimientos de soledad o falta de perspectivas de futuro… muchas y muchos jóvenes nos están gritando que necesitan ayuda. No podemos hacer oídos sordos a sus demandas. Son el futuro y su bienestar actual es irrenunciable para LAB. Hay que revertir la situación.
Día tras día seguiremos trabajando para mejorar las condiciones de vida de los y las trabajadoras, pero sin olvidar que somos parte de la sociedad y que nuestra Salud Mental también está en juego.
Ayer, hoy y mañana, luchar por una Salud Mental pública y digna seguirá siendo nuestra prioridad.