El pasado día 2 de noviembre tuvimos Mesa de Negociación. En dicha Mesa LAB preguntó acerca del planteamiento de la Universidad respecto a los perfiles lingüísticos en las casi 90 plazas que van a salir próximamente a concurso-oposición como consecuencia de los procesos de estabilización.
Para nuestra sorpresa, desagradable, se nos comunicó que no se va a establecer perfil lingüístico en euskera en ninguna de las plazas que van a salir en el proceso de estabilización, aludiendo que, al ser plazas de estabilización, si se les modifica el perfil, seguramente el asunto se judicializaría y se perdería en los juzgados. Es decir, como hay personas, agentes, sindicatos que se cabrean si se toman medidas para normalizar el euskera, no se toman y punto.
Hay que recordar, otra vez, que existe un documento aprobado en su día por la Comisión de Normalización Lingüística de la UPNA que fija unos criterios para establecer los perfiles lingüísticos, y que el Consejo de Gobierno de la UPNA se comprometió a cumplirlos en las sucesivas OPEs que salieran. LAB, cuando supo que se iban a poner en marcha procesos de estabilización, interpeló en numerosas ocasiones a la universidad acerca de este documento y su compromiso para cumplirlo, siendo siempre la callada por respuesta. En este sentido, nos parece que deja mucho que desear el papel jugado en todo este tiempo por la Dirección de Normalización Lingüística de la UPNA, que no ha hecho un seguimiento para el cumplimiento de dichos acuerdos, ni tampoco ha desarrollado ninguna otra línea de trabajo en este campo.
Han pasado más de 10 años desde aquello y, en todo este tiempo la falta de ambición de la UPNA respecto a la política lingüística ha sido notable. Basta decir que en el Plan Director del Euskera aprobado en 2016 no se recogía ningún tipo de planificación para avanzar en la normalización del Euskera en el ámbito del PAS, ni objetivos, ni plazos, ni medidas concretas, nada.
Además, la universidad siempre ha justificado esa falta de avances aludiendo que estos se darían cuando se convocaran las OPEs. Pues bien, ahora que se van a convocar, se nos dice que no se pueden cambiar los perfiles y que, por lo tanto, se va a estabilizar una plantilla con una relación de puestos de trabajo en donde solamente el 5% de los puestos van a tener perfil lingüístico en euskera, algo absolutamente insuficiente para garantizar los derechos lingüísticos a la comunidad universitaria.
LAB quiere volver a remarcar que, en un contexto en donde la euskarafobia sigue presente en diferentes administraciones públicas de Navarra, incluido el Gobierno de Navarra, la Universidad Pública debiera erigirse en un agente principal para el impulso del euskera, para prestigiar su conocimiento y su uso y para garantizar los derechos lingüísticos de todos y todas. En lugar de eso, la dejadez que demuestra es francamente decepcionante.