Los presupuestos que esta viernes 26 se iban a debatir en la Cámara Vasca ya son historia. El Lehendakari ha decidido elaborar otras cuentas, bajo la justificación de que Europa ampliará el límite del déficit impuesto.
En definitiva, el PNV se ha quedado más sólo que la una, totalmente derrotado, ante la incapacidad de llegar a acuerdos con el resto de fuerzas parlamentarias, y sin ningún tipo de legitimidad social, por la dureza y tinte antisocial de los números elaborados.
Para no asumir el bochornoso escenario del viernes, donde lo que está en jaque es la práctica política del PNV, deciden dar un giro de 180 grados, adelantarse a los acontecimientos y decidir unilateralmente, algo que el resto de la sociedad vasca ya había decidido. Cargarse sus propios presupuestos.
Ahora, el juego vuelve a empezar. La pregunta es clara: ¿seguirán la política de los recortes presupuestarios –deterioro de los servicios públicos, reducción de prestaciones sociales, merma de derechos laborales y sociales, destrucción masiva de empleo…- o apostarán por otra política presupuestaria?
Desde LAB exigimos al Gobierno de la CAV que cambie las prioridades para la elaboración de los presupuestos, no sólo las partidas. Además, es necesario rehacer no sólo el presupuesto sino el programa de gobierno que ha dado origen a semejantes cuentas; de no hacerlo así, los próximos presupuestos volverán a ser idénticos, unos presupuestos que no afrontan los problemas alarmantes de reparto equitativo de la riqueza, de garantía de derechos sociales fundamentales y de sumisión a las decisiones del gobierno de España.
Si el PNV mantiene las prioridades de actuación de su programa de gobierno, tanto en los nuevos presupuestos como en los presupuestos prorrogados, tan sólo nos arrastrará aún más a los niveles de precariedad, desempleo, recesión, desigualdad y pobreza impuestos por el Estado español.
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