Esta nueva Ley de Educación no va a resolver ninguno de los retos que como pueblo tenemos en cuanto a la educación. El sistema educativo impuesto y centralista, concebido para hacer imposible el conocimiento universal del euskera o la transmisión de la cultura vasca, continúa igual. Se mantienen los modelos lingüísticos, no se menciona la implantación de un modelo de inmersión necesario para alcanzar el conocimiento universal del euskera, un derecho fundamental; sino que la ley pretende mantener y perpetuar un sistema de modelos que dificulta en gran medida que el alumnado pueda conocer el euskera. Asimismo, en lugar de abrir las puertas a un Currículo Vasco, necesario para garantizar la transmisión de la cultura vasca, el Estado sigue imponiendo el Currículo Español: así, Madrid decidirá el 55% de los contenidos. También decidirá qué asignaturas, se imparten, un Estado que oprime a nuestro pueblo seguirá decidiendo qué y cómo debe aprender el alumnado de nuestro país, manteniendo estudios centralizadores, antipedagógicos y regresivos como la selectividad.
La ley alude a conceptos como autonomía de centro, participación, inclusión, superación de la segregación, coeducación…, recogidos en casi todas las leyes. Pero, más allá de las palabras, ¿qué medida real propone la ley? Muy pocas. El proyecto de ley queda muy lejos de las reiteradas reivindicaciones de la Comunidad Educativa de Euskal Herria. Para alcanzar los objetivos, son necesarias medidas concretas, recursos económicos, personales y formativos.
El sindicato LAB no está mirando a Madrid, porque esta vez tampoco va a venir ninguna solución desde allí. Pedimos al Gobierno de España una única cosa: dejen en paz la educación de Euskal Herria, dejen de imponer su sistema educativo en nuestro pueblo, porque tenemos claro cómo debe ser nuestro sistema educativo. Exigimos el derecho a decidir y la plena competencia de Educación para Hego Euskal Herria.
El sistema educativo español-francés, hetero-patriarcal, capitalista y colonial tiene una influencia directa en nuestro país: la desnacionalización, la expansión de valores patriarcales y regresivos, la privatización salvaje del sistema público. La educación en nuestro país necesita un cambio radical.
Pedimos una Ley de Educación independiente y nacional: un modelo de inmersión que garantice el conocimiento universal del euskera; un Currículo Vasco que garantice la transmisión de la cultura vasca; medidas valientes para garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades desde el ciclo 0-3, que debe ser gratuito, y superar la segregación; programas feministas como Skolae para garantizar la coeducación, basados en la participación de la comunidad escolar, pedagogías activas y un modelo de evaluación educativa, una educación laica, financiación, formación, comedores saludables y educativos. Y, naturalmente, son precisas unas condiciones laborales dignas, estrechamente ligadas a una educación de calidad: la estabilidad de las plantillas, bajada de ratios y la equiparación salarial son condiciones imprescindibles para conseguir la educación que necesitamos.
Este proyecto de ley que viene de España no va a resolver ninguno de los problemas que necesita nuestro sistema educativo. Por eso, LAB también hace hoy un llamamiento para alcanzar un acuerdo a favor del sistema educativo soberano y nacional que necesita Euskal Herria. En lugar de mirar a los sistemas educativos de España y Francia, aprendamos de los sistemas avanzados en el mundo y sigamos tejiendo la Escuela Pública Comunitaria Vasca.