Recientemente el gobierno del PNV ha calificado como histórico el hecho de que Madrid, 40 años más tarde, esté dispuesto a hablar sobre la transferencia de la gestión económica de la seguridad social.
Hasta la fecha no solo el gobierno español ha negado dar cumplimiento a dicha transferencia, sino que tampoco para el PNV ha sido una prioridad.
La movilización del movimiento de pensionistas y de la mayoría sindical vasca, han conseguido poner en la agenda politica la situación de las personas pensionistas, y la necesidad de garantizar pensiones dignas, entre ellas la pensión mínima de 1.080 euros.
Por ello entendemos que no es casualidad que dicha transferencia se encuentre encima de la mesa, aunque por lo acordado ayer estamos más ante titulares que ante logro alguno.
Lo que se acordó ayer es la realización de un estudio que no empezaría hasta junio 2021. Además el acuerdo va precedido del anuncio de que antes en el Pacto de Toledo se tendrán que adoptar nuevas medidas sobre el sistema de pensiones.
Como sabemos del Pacto de Toledo solo han salido reformas de pensiones, por que el Pacto de Toledo se asienta sobre la idea de que son las personas pensionistas las que deben sostener la viabilidad del sistema. Hoy la mitad de las personas pensionistas vascas cobra una pensión por debajo de los 1.000 euros. Se obvia que lo que está minando el sistema es un empleo cada vez más precario.
La transferencia de la seguridad social supone un instrumento muy importante y que incide en la calidad de vida de la ciudadanía vasca. Por ello exigimos al PNV que no venda falsas expectativas y que explique a la sociedad vasca lo que están dispuestos a plantear al gobierno de Madrid. La sociedad vasca debe saber si en la agenda del PNV esta exigir poder decidir la pensión mínima, la edad de jubilación, la derogación de las reformas de las pensiones, así como poder acabar con la brecha de las pensiones de las mujeres. Esto es lo que realmente interesa a la ciudadanía vasca, y no que las conversaciones que se iniciaron ayer con el gobierno de Madrid sea un nuevo culebrón interminable sin incidencia en las condiciones materiales futuras de la clase trabajadora vasca.
LAB reafirma su compromiso con la construcción de un sistema público vasco de seguridad social.