Hoy han comparecido en rueda de prensa en Bilbo los sindicatos que pertenecieron al Foro Social LAB, ELA, ESK, STEILAS, ETXALDE e HIRU y muchos representantes de la sociedad civil, como Antxeta Irratia, Bilgune Feminista, Etxerat, Egiari Zor, Gernika Batzordea, Herri Eliza, Hitz & Hitz, Bakea eta Duintasuna y Sare Herritarra. Han tratado sobre el juicio que se realizará en París los días 2 y 3 de abril a los Artesanos de la Paz, en el que tendrán que comparecer como pesonas acusadas Béatrice Molle-Haran eta Txetx Etcheverry. Han reclamado la absolución de ambos y han realizado un llamamiento a participar en las movilizaciones que se van a llevar a cabo el 3 de abril en las 7 capitales de Euskal Herria.
Es por ello que han destacado que se sienten interpelados e interpeladas por el juicio a los artesanos de la Paz y concernidas y concernidos por la dinámica ampliamente compartida que se está desarrollando en Iparralde por esta causa.
Igor Arroyo también ha tomado la palabra y ha destacado que el juicio de Luhuso deja claro el carácter extraordinario del proceso de paz que ha habido en Euskal Herria. Por una parte, por la existencia de obstáculos por parte de estructuras políticas, jurídicas y judiciales; y por otro, por los esfuerzos realizados para superar dichos obstáculos, no solo por parte de la Izquierda Abertzale, sino por parte de numerosos agentes sociales, sindicales y políticos de Euskal Herria. “La agenda de la resolución ha avanzado con el impulso de los agentes vascos y el apoyo de agentes internacionales”, ha indicado.
Ha señalado que los obstáculos puestos por los estados no han desaparecido del todo, como demuestra el juicio contra los artesanos de la paz. En cuanto al Estado español, ha indicado que, si bien en la última legislatura se han producido avances, la actitud negacionista y obstruccionista persiste en dos ámbitos.
En primer lugar, mientras las instituciones vascas han abierto vías de reconocimiento a todas las víctimas, aun siendo limitadas, el Estado español no ha hecho nada parecido. No ha habido reconocimiento del dolor causado por la guerra sucia, la violencia policial y la tortura.
En segundo lugar, aunque se ha acabado con la dispersión, la legislación penal y penitenciaria excepcional impuesta a las y los presos vascos no ha sido totalmente derogada. Arroyo ha reclamado la eliminación de la ingeniería jurídica que tiene por objeto la prórroga de las condenas, así como el cese de toda actividad que impida a las y los presos vascos realizar el recorrido hacia la libertad condicional, como los recursos contra el cambio de grado.