Desde la sección sindical LAB de Euskotren estamos viviendo con preocupación la gestión que se está realizando desde la dirección en cuanto al euskera se refiere. En estos momentos tan cruciales en los que está en juego el futuro de nuestro idioma, son sistemáticas las decisiones que se están tomando para que tanto el euskera como las y los euskaldunes sigamos subordinados y subordinadas.
Un claro ejemplo de ello es el rechazo que hemos recibido desde la dirección a la petición realizada desde LAB para que el perfil lingüístico B2 sea obligatorio en las bases correspondientes a la Convocatoria Interna de Operador de Puesto de Mando del Tranvía. Teniendo en cuenta que una de las funciones del puesto es la de informar a las personas usuarias, desde LAB entendemos que esta decisión abre las puertas a la vulneración de los derechos lingüísticos de las mismas.
Es obvio, por lo tanto, que, en vez de dar pasos en la normalización del idioma, la apuesta de esta Dirección que dejó pasar la segunda edición del Euskaraldia de forma inadvertida, es la de normalizar las decisiones en contra del euskera. Ante esta situación, desde LAB contemplamos dos escenarios, la de seguir bajo la tutela de una situación diglósica y engañosa o la de apostar por otra vía basada en la igualdad y la justicia social. En LAB hace ya tiempo que tomamos una decisión, y en este camino, hemos realizado frente del Parlamento de Gasteiz una concentración en contra de la política lingüística de la dirección y en favor de los derechos lingüísticos de las y los euskaldunes.