EUDEL se ha dirigido a los ayuntamientos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en lo que se refiere a los procesos de estabilización. EUDEL mantiene contactos con las tres diputaciones forales para organizar la gestión material de dichos procesos selectivos. Además, EUDEL está colaborando con las diputaciones forales para “ofrecer” unas bases homogéneas a los ayuntamientos. Y esto último ha generado preocupación entre las personas trabajadoras.
Tenemos muy claro que las convocatorias de estabilización deben negociarse y acordarse a nivel local, en cada ayuntamiento, dentro de la autonomía municipal de cada administración local. La negociación colectiva es un derecho fundamental de las personas trabajadoras y lo vamos a reivindicar ayuntamiento a ayuntamiento. Por otro lado, en todos estos procesos de estabilización, los objetivos fijados difícilmente se alcanzarán si no se trabajan las bases a nivel local. ¿Se establecerán las mismas bases homogéneas en todas las administraciones locales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa?
Consideramos que la colaboración de EUDEL y las diputaciones en la gestión material de todos estos procesos puede resultar fundamental, sobre todo en lo que se refiere a los ayuntamientos pequeños y medianos, pero en ningún caso en detrimento de la negociación colectiva y de la autonomía municipal. En nombre de la eficacia, quieren ir más allá del apoyo y asesoramiento material, para suprimir completamente, bajo presión, los marcos de negociación en los ayuntamientos.
No aceptaremos la imposición de una convocatoria única. Cada administración debe hacer su propio camino. En numerosos ayuntamientos, los gobiernos municipales de PNV y PSE se están negando a negociar con la representación de la plantilla, ante la inminente llegada de unas bases homogéneas y “milagrosas” desde las diputaciones.
EUDEL y las tres diputaciones pretenden imponer el modelo de proceso único, convirtiendo en una mera adhesión incondicional la participación de los ayuntamientos.
Estos procesos de estabilización son de vital importancia. Hay mucho en juego. La acción sindical, la negociación colectiva y la movilización son la mejor garantía para estabilizar el empleo público temporal.