Hoy LAB ha convocado una concentración, junto a ESK, para decir una vez más a Osakidetza que no vamos a aceptar ni una salida en falso con el tema de las filtraciones en la OPE, ni vamos a permitir su actitud represiva ante quienes denuncien una práctica más que conocida de reparto de puestos de trabajo en la sanidad publica.
Arrasate es el epicentro de este escándalo por muchas razones, y no solo porque los tres anestesistas denunciantes trabajen aquí.
A nuestros compañeros y compañeras los presiona una gerencia cuya batuta la sostiene una persona que es Presidenta del Tribunal Calificador de Cardiología. Cardiología es la categoría más llamativa de todas, con 22 plazas ofertadas y 22 notas perfectas en la prueba realizada por el tribunal que preside esta gerencia.
Esta persona Presidente del Tribunal y gerenta de este hospital recibió, 25 días antes del examen, por parte de un miembro de dicho tribunal, advertencias vía correo electrónico de que ese examen iba a ser filtrado, y junto con el dimitido Director de RRHH y la Responsable de Selección y Provisión decidieron dar carpetazo al asunto, e incluso después de conocer las notas tan llamativas, seguir adelante como si no hubiese pasado nada.
Días después, LAB publicó los datos estadísticos de varias pruebas en las que se incluía Cardiología. Sigue pareciéndonos sorprendente que una persona así siga dirigiendo la gerencia de un hospital como el de Arrasate.
Esta gerencia faltó al respeto a todas las personas que se presentaron a esa OPE, falta al respeto a toda la sociedad vasca intentando ahora vengarse de quienes denunciaron las filtraciones y, por último, está faltando el respeto a toda la población de la zona cuando, además de todo esto, le añadimos el oscurantismo con el que está desmantelando los servicios de Microbiología y Anatomía Patológica de este hospital, servicios indispensables y cuestión sobre la que LAB lleva preguntando desde agosto de 2018 y sobre lo que seguimos sin respuesta aclaratoria.
Queremos dejar claro que personas como Luisa Maria Diez Azurmendi, que fue informada de posibles filtraciones en la categoría que presidía, optó por mirar a otro lado cuando aún no habían salido a la luz pública ni las denuncias de los anestesistas, ni el informe estadístico de LAB, y que persigue e intenta penalizar laboralmente a quienes denuncian este fraude de OPE y desmantela servicios enteros sin dar cuenta a nadie, es el claro ejemplo de personas que deben dejar los puestos de responsabilidad en Osakidetza.
Mientras Osakidetza siga protegiendo a personas como Luisa Maria Diez Azurmendi manteniéndoles en puestos de responsabilidad, no hay modelo de OPE que valga, ni recomendación del Ararteko que funcione.