En primer lugar, LAB quiere mostrar su solidaridad al compañero senegalés Modou Khadim Sow, expulsado injustamente, y a sus familiares y amistades. En el actual contexto de involución y como apunta el lema de la movilización, ahora es más necesario que nunca frenar el racismo y subrayar que ningún ser humano es ilegal. Así, mientras al capital se le permite circular con total libertad, a determinadas personas se les niega el derecho a un modo de vida digno mediante una legislación racista. En ese sentido, nuevamente reivindicamos que, independientemente de su origen, todas las personas trabajadoras pertenecemos a la misma clase obrera y que en nuestra opinión quien vive y trabaja en Euskal Herria es ciudadana/o de pleno derecho de este país.
En segundo lugar, queremos denunciar el posicionamiento y la responsabilidad de quienes se tienen por socialistas. Es completamente inadmisible que se utilice una institución que debería actuar al servicio de la ciudadanía, la administración teóricamente más cercana, es decir, el Ayuntamiento, para tender una trampa a un ciudadano. Es completamente inadmisible que luego, en lugar de reconocer el error, se mienta para justificar la actuación e intentar lavarse la cara y eludir la propia responsabilidad. Es completamente inadmisible que se intente limitar el derecho a la manifestación, para evitar que termine frente al Ayuntamiento, aduciendo un acto electoral de duración inverosímil. ¿Será así como presuntos progresistas quieren frenar a la extrema derecha? ¿Materializando su discurso en actuaciones como esta?
Por último, LAB hace un llamamiento a su afiliación y simpatizantes, así como a toda la clase trabajadora y ciudadanía en general de la Ribera a participar en la movilización de este sábado 18 de mayo, para denunciar esta injusta expulsión y la legislación y el racismo institucional que la han posibilitado y para reivindicar alto y claro que todas las personas tenemos derecho a una vida digna.