El año 2020 va a acabar, y lo hace sin ni siquiera haber dado comienzo a una negociación real sobre la renovación del convenio, tras un año y medio desde de que se formara la mesa de negociación. Desde entonces, una y otra vez ha quedado claro que la patronal no tiene voluntad ninguna por negociar unas mínimas condiciones laborales que dignifiquen el sector. No esta dispuesta ni a aceptar el no perder poder adquisitivo.
Durante este año, y por el parón obligado por el estado de alarma decretado por el Covid- 19, la negociación se encontraba en peligro, la ultractividad del convenio decaía el 30 de junio de 2020. Aún cuando no habíamos sido firmantes de convenio anterior, siendo además muy críticos con su contenido, acordamos junto con los demás sindicatos y la patronal firmar un acuerdo de 6 meses para poder buscar el acuerdo. Pero no ha sido posible.
Esta vez, hemos propuesto en la mesa que la ultractividad sea indefinida por dos razones:
-Entendemos que renovar periódicamente la ultractividad da opción de veto a la patronal, puesto que en un momento dado puede decidir que “ya no le hace falta”.
-Agilizaría las negociaciones, puesto que eliminas un escollo de la negociación. Durante estos meses, y sobre todo tras el parón del estado de alarma y tras el verano, las conversaciones han girado una y otra vez sobre este concepto. Si otorgamos al sector, y sobre todo a las nuevas incorporaciones de estabilidad, el proceso puede ser mucho más limpio y rápido. Pero no interesa.
Además, cabe destacar que tras la primera prórroga, el SEA presentó una plataforma aún peor que la inicial. Y tienen la cara de culparnos de que no nos movemos en nuestros planteamientos.
En este contexto, a excepción de LAB, los demás sindicatos han firmado la prórroga de un año planteada por la patronal. Tenemos claro de la importancia de la ultractividad, y por ello lo incluimos en todas nuestras plataformas, puesto que otorga estabilidad y además es un dique de contención ante la estatalización. Pero esta no puede ser a cualquier precio, y menos al antojo de la patronal.
Desde LAB seguimos insistiendo en que el único camino para lograr la renovación de un convenio con contenidos pasa exclusivamente por la movilización de las personas que trabajan en el sector, y no cesaremos en ese empeño. Pero tenemos que reconocer que se antoja difícil, puesto que hay sindicatos que no están dispuestos a aceptar las mayorías de la mesa, y el que ostenta la mayoría sigue sin dar respuesta a la propuesta de movilización conjunta que les hicimos allá por febrero.