Este convenio lleva en ultraactividad desde 2012, con la mesa negociadora abierta desde entonces. En estos siete largos años las trabajadoras del sector han sufrido una congelación salarial así como de otros complementos, y de sus condiciones laborales. Después de trece movilizaciones y estar a las puertas de una huelga indefinida, el convenio de este sector, en Araba, sigue estando muy lejos de los otros convenios provinciales.
El 15 de octubre, la patronal y los sindicatos ELA, CCOO y UGT firmaron el preacuerdo, donde se daba por aceptada la última propuesta de las Empresas, con una subida salarial del 4,1% desde el 1 de abril del 2019, y un 3% para el 2020, así como un aumento de 2 minutos en el tiempo de desplazamiento desde enero del 2019 y la reducción de la disponibilidad en una hora.
LAB no firmó el preacuerdo de mínimos ya que quedaba lejos de la plataforma unitaria sindical. Y no ha firmado el convenio que apenas modifica el convenio anterior del año 2012.
Hay que tener en cuenta que este servicio que las Administraciones subcontratan, está altamente feminizado, que en estos últimos años, ha sufrido la pérdida de más de 500 puestos de trabajo, cuya plantilla de media supera los 50 años y que más de el 50% de la plantilla cobra por hora trabajada y llegando a tener una jornada de entre 15 y 20h o menos a la semana.
LAB tiene claro que este convenio, no va a mejorar las condiciones de este sector tan precarizado. Ejemplo de ello es que desde el año 2012 no se han modificado ni mejorado: las prestaciones para las incapacidades temporales, no se han reducido las horas de jornada anual, no han aumentado el porcentaje de contratación a jornada completa, no ha habido mejoras en permisos (salvo las que marca la ley), no se ha mejorado nada en seguridad y salud laboral, y un largo etc.