El sindicato LAB ha tomado la decisión de no firmar el convenio Colectivo de Arcelor Mittal del centro de Etxebarri porque pensamos que es del todo insuficiente y vivimos con tristeza el haber perdido una gran oportunidad de mejorar de forma sustancial las condiciones de vida de las y los trabajadores de la planta. Tenemos motivos más que suficientes para no haber firmado. Ha sido una sorpresa comprobar cómo se ha dado la firma sin ningún obstáculo a un convenio que no está protegido de la Reforma Laboral de 2012, poniendo en peligro lo acordado, ya que no hay una obligatoriedad por las dos partes de cumplirlo ni después ni durante su vigencia, dejando a la la plantilla totalmente desprotegida y a merced de las pretensiones de la empresa.
El Convenio carece de clausulas anti-reforma. No contiene la cláusula para el alargamiento de la ultractividad que garantice el mantenimiento de estas condiciones hasta la firma de un nuevo acuerdo. Esto se traduce en que la próxima negociación pudiera estar condicionada a aceptar lo que la empresa quiera o incluso a no tener convenio. Además, el convenio no contiene cláusula de inaplicación y, por lo tanto, tampoco hace falta que se acabe ni la vigencia para que la empresa decida no aplicar lo que ha acordado, ya que se puede descolgar con toda la facilidad que le otorga la Reforma laboral de 2012 del Convenio Colectivo.
Con lo citado ya bastaría para no firmar elconvenio, ya que convierte su contenido en papel mojado, pero hay más aún. La empresa ha llevado en todo momento la sartén por el mango en la negociación, ella ha decidido los temas y los tiempos. Eso se nota en el resultado, ya que estamos ante un acuerdo que le conviene más a la empresa que al colectivo de trabajadoras y trabajadores.
Los contenidos son totalmente insuficientes. Las subidas salariales son muy escasas, no garantizan ni tan siquiera el mantenimiento del poder adquisitivo. Se establece la jornada de verano, pero su aplicación queda en manos de la empresa.
Cuando decimos que se ha perdido una gran oportunidad nos referimos a que no se encaminan soluciones a los problemas del dia a dia como la falta de personal en la empresa, adquirir compromisos en materia de salud laboral o medidas que protejan a las y los compañeros de las subcontratas.
No podemos negar que en alguna materia se ha mejorado y que éstas eran imprescindibles para la plantilla, como por ejemplo la subida al 5% de la antiguedad o el calendario para el quinto turno, pero nos queda la impresión de que la negociación se ha quedado a medias.