El Sindicato LAB manifiesta que no ve ninguna novedad en la gestión pública de Hiriko y Epsilon. Una vez más, se evidencia un modelo de gestión de gobierno basado en el trasvase de capital público a manos privadas. Un trasvase sin control, un trasvase sin garantías, un trasvase que una vez más potencia el clientelismo político desde la gestión de lo público.
Claro que hay que apostar por la tecnología, por supuesto que hay que apostar por el valor añadido, lo que LAB demanda al ámbito político e institucional es una apuesta real y decidida por la industria y el valor añadido, una apuesta desde lo público. Con determinación, con control, con garantías de que estamos ante una apuesta de país que debe generar sinergias en el tejido productivo. Vale ya de dejar este país en manos de especuladores, hagamos una apuesta por la economía real.