Tras 8 años de congelación del convenio y 16 reuniones, desde el sindicato LAB no vamos a firmar el preacuerdo del convenio de panadería de Gipuzkoa porque entendemos que ha habido retrocesos y no se ha puesto encima de la mesa ninguna propuesta de lucha.
Hace un año comenzamos a negociar el convenio y desde entonces hemos mantenido 16 reuniones. Aunque en la primera reunión se presentó una plataforma conjunta, poco después UGT salió. En los últimos meses, ELA y CCOO han presentado una nueva propuesta mayoritaria. Desde LAB no nos sumamos a la propuesta.
Es innegable que tras 8 años de congelación es gratificante volver a tener el convenio en vigor. Si bien se han recogido mejoras tanto económicas como sociales en el nuevo acuerdo, en cuanto a antigüedad, finalmente se ha acordado una de las peores opciones.
Hasta ahora la antigüedad era del 10% del SMI, y ahora, a pesar de que el SMI es de 1.134 euros, la referencia para la antigüedad será de 751,85 euros. Creemos que es un gran retroceso y este artículo no garantiza la subida del IPC desde 2016 hasta la actualidad.
Además, las y los trabajadores no percibirán los atrasos salariales de 2022, a pesar de que en principio la patronal estaba dispuesta a ello.
El de las panaderías es un sector difícil porque engloba realidades muy diferentes. Mientras que en las empresas en las que se desarrolla el trabajo industrial tienen sus condiciones laborales mejoradas por convenio propio a través de su representación, en las pequeñas panaderías de los barrios, sin representación, el convenio es la base y tope del personal. Sin perder de vista las necesidades del sector industrial, desde LAB hemos querido poner la prioridad en el personal que peor están. Por ejemplo, hemos querido limitar la obligación de trabajar los domingos. Pero la prioridad del sector industrial ha condicionado tanto el aumento del salario, mediante esta forma de cálculo de la antigüedad, como otras mejoras que se podrían haber conseguido para el colectivo más precarizado.
Desde LAB opinamos que en la negociación no se ha puesto el foco en las y los trabajadores que más lo necesitaban y que se ha hecho una gran concesión, sin poner encima de la mesa ninguna propuesta de lucha.