En el modelo de policía que defiende LAB, ésta debe formar parte de la plantilla municipal con los mismos derechos que el resto de trabajadores y trabajadoras y deben estar en su derecho de realizar las medidas que estimen convenientes. Pero la realidad es que, hoy en día, en base a la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y contemplado también en la Ley de Policía Vasca, la policía municipal no tiene derecho a la huelga. Ello hace que las medidas que puedan adoptar como método de lucha para alcanzar sus reivindicaciones no estén normalizadas. En el modelo de Policía Municipal que defiende LAB, ésta debería ser un cuerpo absolutamente civil y jamás debiera estar entroncada en la citada Ley.
Por todo ello, LAB quiere dejar constancia de que, aun compartiendo parte de las reivindicaciones y el diagnóstico que el resto del comité hace de la plantilla de la Policía Municipal, no forma parte del acuerdo al que se ha llegado. Apostamos por medidas de presión contundentes, integradas en la reivindicación conjunta de la plantilla municipal y compartidas con la ciudadanía. Medidas que, en definitiva, pongan encima de la mesa de negociación la necesidad de ser competente para completar la plantilla municipal sin el permiso del señor Rajoy.
Por ello, aun reconociendo que en ocasiones hay medidas que adoptamos, como las huelgas, que interfieren en la vida de la ciudadanía, también defendemos que hay una diferencia entre que exista cierta afección derivada de la puesta en valor de la fuerza del trabajo y que esa ciudadanía se convierta en diana receptora de la incapacidad de alcanzar acuerdos en una mesa de negociación.