La reforma laboral de 2012, a la que respondimos con una huelga general en Euskal Herria, y las posteriores modificaciones, han sido un ataque claro contra la negociación colectiva. Han debilitado la negociación colectiva y casi han hecho desaparecer el modelo que conocíamos hasta ahora: atacando los convenios provinciales que son mayoritarios aquí, quitando valor a las negociaciones de sector o empresa -limitando el principio de ultraactividad a un año y dando facilidades para no cumplir en las empresas lo acordado en los convenios, etc-.
La última reforma eliminó el principio de ultraactividad y estableció lo siguiente: si no se negocian nuevos convenios, esos convenios se perderán. Así, si una gran mayoría de los convenios no se negocia antes del 7 de julio, están en riesgo de que se pierdan. Otro tanto ocurrirá con otros convenios el 31 de diciembre. Según datos del CRL un 90% de los trabajadores y trabajadoras pueden perder su convenio de referencia, ya que sólo el 10% tiene un convenio de empresa o estatal. Aunque no tengamos datos precisos de Nafarroa, no son muy diferentes.
¿Qué ocurrirá si se pierden estos convenios?
Tal y como establece la reforma, pasarán al convenio estatal o al Estatuto de los Trabajadores. Esto tiene muy graves consecuencias para la clase trabajadora de Euskal Herria: porque se reducirán salarios y se empeorarán las condiciones de trabajo; además, también se incrementará la jornada, con lo que se destruirá más empleo.
¿Por qué quieren atacar la negociación colectiva?
Mantener la negociación colectiva viva y en nuestro ámbito, supone tener las relaciones laborales más reguladas. Además de evitar despidos y la bajada salarial, también es un instrumento para luchar por la mejora de nuestros salarios y condiciones de trabajo. Para eso quieren destruir la negociación colectiva, para desregular las condiciones laborales; para ello, centralizan el ámbito y otorgan la unilateralidad a empresarios y administración para no cumplir los acuerdos adoptados.
La desregulación de las relaciones laborales trae consigo la división entre la clase trabajadora, la individualización de las relaciones laborales y dejar sin protección a trabajadoras y trabajadores ante la patronal. Ése es el objetivo del capitalismo, y por ello, el derecho a la negociación colectiva es un obstáculo, sobre todo aquí. Quieren dejar en nada ese derecho, tanto en el ámbito privado como en el público.
Mediante la negociación colectiva no se puede regular todo el modelo de relaciones laborales. Para ello, las trabajadoras y trabajadores de Euskal Herria necesitamos tener la capacidad de decidir aquí las políticas económicas y sociolaborales, un Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social. Con todo, es innegable que la negociación colectiva es un pilar fundamental de este Marco Vasco de Relaciones Laborales.
Solución: un marco propio de negociación colectiva
La reforma ha supuesto un ataque sin precedentes, un desequilibrio total a favor de la patronal y ésta, claro está, se muestra más fuerte y agresiva que nunca.
Aunque la patronal lo repita una y otra vez, la reforma laboral no es una ley de obligado cumplimiento. No aplicar la reforma laboral no es ilegal. Lo que pasa es que no quieren renunciar a este “regalo” que se les ha otorgado desde Madrid, ya que les ofrece la oportunidad de imponer en las relaciones laborales.
Las trabajadoras y trabajadores de Euskal Herria necesitamos el derecho a la negociación colectiva en nuestras manos. Junto con la política presupuestaria y fiscal, supone un instrumento fundamental para el reparto de la riqueza, en tanto que regula salarios y condiciones laborales. En un pueblo como el nuestro, que carece de competencias para regular las relaciones laborales, cobra aún más importancia. Es la base del Marco Vasco de Relaciones Laborales, ya que supone el poder regular nuestros salarios y condiciones en nuestro pueblo.
La única forma de defender la negociación colectiva es la lucha y tenemos muy claro que esta lucha es contra la patronal. Pero también debemos tener claro a favor de qué luchamos, la dirección de esta lucha. LAB, desde un principio, ha dirigido sus esfuerzos y ha llevado a cabo diversas dinámicas e iniciativas a favor de un marco propio de negociación colectiva.
El debate sobre cuál es el ámbito más efectivo para luchar contra la reforma laboral es un debate vacío. Contra la reforma laboral hay que luchar en todos los ámbitos, empezando por las empresas, siguiendo por los sectores y llegando hasta el ámbito intersectorial.
Lo único que hace es trasladar una recomendación a las mesas de negociación de cada convenio para que allí se acuerden plazos de ultraactividad. La patronal no se ha movido nunca por recomendaciones y mucho menos lo va a hacer ahora. Mover las posiciones de la patronal solo será posible por medio de las movilizaciones y la lucha que seamos capaces de llevar a cabo en defensa de nuestros convenios.
Llamamos a la clase trabajadora a que luche por la defensa de la negociación colectiva.
Sean movilizaciones generales, a nivel de sector o en las empresas, os llamamos a que secundéis las movilizaciones. Aunque la situación sea complicada, sí hay posibilidades de ganar, siempre y cuando luchemos.
Los convenios que se han firmado en el papel de Gipuzkoa o en las gasolineras de Gipuzkoa y Bizkaia son ejemplos de ello. En estos hemos conseguido, gracias a la lucha que se ha llevado a cabo, convenios con subidas salariales, sin retrocesos en los contenidos y que han sido blindados ante los efectos de la reforma laboral.
Los meses siguientes serán meses de lucha. Son muchos los trabajadores y trabajadoras que se están movilizando en defensa de sus convenios. Los ejemplos nos demuestran que es posible, que por medio de la lucha vamos a conseguir mantener las negociación colectiva viva y en nuestro ámbito.
El 30 de mayo hay que salir todos y todas a la calle. Reivindicamos mediante esta huelga un nuevo modelo y es imposible construir un nuevo modelo si no tenemos negociación colectiva. Por tanto, el 30 de mayo también es un día de huelga a favor de nuestros convenios.