En los últimos dos días hemos tenido conocimiento de dos nuevas muertes laborales, el jueves, murió un trabajador de la construcción en Lezama y el viernes falleció una trabajadora de una residencia en Murgia. Ambas muertes han sido no traumáticas. En primer lugar quisiéramos mostrar nuestro dolor y solidaridad a compañeros y compañeras, familiares y personas allegadas en estos duros momentos. Con estas últimas, son al menos 40 las muertes en el trabajo ocurridas en Euskal Herria desde inicio de año.
La primera muerte laboral se produjo el pasado día 16 en Lezama, cuando el trabajador de 56 años, perdió la vida tras sufrir un infarto. En los últimos años se está observando un incremento de las muertes por problemas cardiovasculares. Evidentemente, existen factores laborales que los provocan o aumentan. No es casual que los altos ritmos, las largas jornadas de trabajo y las daños colaterales provocados por la exigencia de productividad hayan hecho crecer este factor de riesgo dentro de la perversa lógica del capitalismo. Las condiciones climatológicas extremas que padecemos estos días hacen que los riesgos se vean aumentados y así se puedan entender las dos muertes laborales que se han dado en estos dos días, la suma de muchos factores.
Muera una trabajadora de una residencia en su primer día de trabajo.
Ayer viernes, 17 de junio, en su primer día de trabajo, una trabajadora de 56 años de Gasteiz se sintió indispuesta y falleció en los vestuarios en una residencia de Murgia.
Esta situación no es fruto de la casualidad. Cada vez estamos sufriendo condiciones laborales más duras y esto repercute en nuestra salud. En el caso de las mujeres dedicadas al cuidado, estas condiciones son aún más duras. Mujeres que, con independencia de su situación y condiciones de trabajo, realizan las tareas de cuidado indispensables en esta la sociedad. Altos ritmos de trabajo, largas jornadas, turnicidad, uso de EPIs no adecuados a pesar del calor extremo, contratos temporales para trabajos permanentes, precariedad, etc.
Es evidente que el control o disminución de los factores laborales de los problemas cardiovasculares es fundamental. Estos factores van en aumento y requieren medidas urgentes. Hacemos un llamamiento a Osalan y al Gobierno Vasco para que, en el cumplimiento de sus competencias, pongan de una vez por todas los medios necesarios. Exigimos a la patronal que cumpla la normativa de salud laboral y respete los protocolos de termohigrometría en estos calurosos días.
En este sentido, LAB quiere hacer un llamamiento para participar en las movilizaciones que se convocarán los próximos días. Así, la mayoría sindical vasca se movilizará el
próximo lunes, 20 de junio, a las 12:00 en la plaza de Idiazabal, para denunciar la muerte de un trabajador forestal ocurrida el pasado 14 de junio.