Debemos lamentar y denunciar otro accidente laboral mortal, ocurrido en este caso en una tienda Coviran de Bermeo. El trabajador P.U.R., de 50 años, murió el pasado 3 de junio tras sufrir un infarto en su puesto de trabajo. Se trata de la 32a muerte laboral de este año, la número 11 de carácter no traumático. En primer lugar, queremos mostrar nuestra solidaridad y transmitir nuestro dolor a familiares, amistades y compañeros y compañeras de trabajo.
Se trata de un trabajador autónomo de una pequeña tienda-franquicia del municipio. Luchando por resistir ante el gran comercio, no es de extrañar que en esa lucha por la supervivencia, debido a factores de riesgo laboral, aumenten los problemas cardiovasculares y repercutan en la calidad de vida. En este caso hasta la muerte.
Es evidente y llevamos tiempo denunciando que el sistema neoliberal, con cargas de trabajo y presion crecientes, se han convertido en factor de riesgo laboral notable. En 2022 se han producido 11 fallecimientos no traumáticos en puestos de trabajo por causas laborales que provocan problemas cardiovasculares. Pero ¿cuál es la respuesta de la patronal ante esto? ¿Está identificado este riesgo en los informes de prevención? Si es así, ¿se aplican medidas preventivas? Lamentablemente, sabemos la respuesta.
Así, ¿qué papel está jugando el Gobierno Vasco? Teniendo casi todas las competencias en materia de salud laboral, ¿ha adaptado el trabajo de Osalan e Inspección a este factor de riesgo que cada vez tiene más peso?
Hemos visto al señor Urkullu salir recientemente de la mano de la patronal contra el absentismo, ¿cuándo saldrá contra los asesinatos laborales?
Ante esta situación, ¿alguien puede creer que estamos ante la casualidad o la mala suerte? Exigimos a las administraciones explicaciones y medidas inmediatas, control efectivo y políticas concretas para combatir esta lacra de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.