Las secciones sindicales de LAB, LEKU, ELA y ESK con representación en Nervacero y Laminaciones Arregui, ambas pertenecientes al Grupo Celsa, queremos mostrar nuestra preocupación por la judicialización de la reestructuración del Grupo Celsa. Ante esta situación, nos hemos reunido con el Departamento de Industria del Gobierno Vasco.
Desde que se inició el culebrón de la negociación de la deuda del grupo y su posterior judicialización por los fondos, han sido muchas las noticias que se han surgido y parece que éste no tiene un final o solución cercana. Con esta situación, las principales perjudicadas son los y las trabajadoras, que corren el riesgo de que, ante la incertidumbre, Nervacero y Laminaciones Arregui no avancen en el plano industrial.
La información que llega a las plantillas viene por la prensa, ya que el Grupo Celsa ni los fondos de inversión no han presentado ni informado sobre sus planes de reestructuración a los y las trabajadoras.
Sabemos muy bien a qué se dedican los fondos buitre y cuáles son sus intereses, por ello, la única solución viable es que el Grupo Celsa quede en manos de un grupo industrial que mantenga la actividad, el empleo y garantice un futuro para las plantas de Celsa, en especial para Nervacero y Laminaciones Arregui.
Con esta preocupación, las centrales sindicales arriba mencionadas hemos mantenido una reunión con el Departamento de Industria del Gobierno Vasco para:
- Conocer los contactos que haya podido tener el Gobierno Vasco con los acreedores y con el Grupo Celsa.
- Solicitar mediación del Gobierno Vasco para esclarecer los planes que los fondos buitre tienen para Nervacero y Laminaciones Arregui.
- Solicitar la implicación del Gobierno Vasco en todo este proceso y que se haga una apuesta y defensa clara por la actividad, el empleo, el futuro y el potencial de Nervacero y Laminaciones Arregui.
- Que el Gobierno Vasco haga un seguimiento estrecho del proceso.
La prioridad de estas secciones sindicales es el mantenimiento de la actividad y el empleo, apostando por el futuro. Para ello, con esta interpelación al Gobierno Vasco, pretendemos estar mejor preparados y preparadas para el final de esta historia, sea cual sea. Las instituciones deben ser garantes de la defensa de nuestros puestos de trabajo, no pueden mantenerse como meras espectadoras de una situación que puede acabar con la destrucción de cientos de empleos directos y otros tantos indirectos, sino que deben tomar una actitud proactiva en todo este proceso.