Hace meses que Ángela Merkel aconsejó al Estado español vincular los salarios a la productividad. Medida, que lejos de crear empleo o mejorar las condiciones de trabajo, sólo consigue mermar, aun más, el poder adquisitivo de los y las trabajadoras. Cuando hablaban de la productividad nos preguntábamos como iban a medirla con la diversidad de sectores que existen, ¿los que tienen maquinaria antigua producirían menos que los que tienen nueva?, ¿los que pongan mas cervezas en menos tiempo en un bar?, ¿el que opere mas rápido y/o atienda más pacientes?, ¿las que paseen a más ancianos? …
Por fin, esta semana nos han sacado de dudas, cuando menos en un aspecto concreto, van a ligar los salarios al Producto Interior Bruto. Y, en referencia a las grandes empresas, intentarán ligar la productividad, y por tanto los salarios, a la propia producción de dichas empresas.
Este mismo viernes CCOO y patronal acordaron firmar el VI Convenio estatal de la Dependencia. Convenio paradigma del anti-convenio, si entendemos los convenios como una salvaguarda de los derechos de las y los trabajadores. Jornadas de trabajo interminables, sueldos rozando la miseria, jornadas que facilitan disponer de nosotras y nosotros al capricho del empresario, nulo respeto por nuestra salud en el marco laboral, falta de reconocimiento laboral y un largo etcétera que nos afecta sobre todo a mujeres, colectivo mayoritario en el sector.
Por un lado, no nos han dejado tomar parte en la negociación del convenio. ¿en que centro de residencia o servicio de ayuda a domicilio se ha debatido sobre esto? Han hecho todo a nuestras espaldas.
Por otro lado, una vez más la excusa de la crisis vale para firmar un acuerdo absolutamente inaceptable. La ultractividad salarial del convenio dependerá del crecimiento del PIB. El IPC como referente de los incrementos salariales sólo será válido si el PIB supera un crecimiento del 2%.
Y por si esto no fuera suficiente, 2 de los días de libre disposición los podremos disfrutar pero no cobrarlos, si el PIB no supera el 2%.
En un país que va en recesión, tal y como proclama la propia patronal, el PIB seguirá bajando. Hay estudios que vaticinan que el PIB no llegará al 2% en los próximos cinco años. Esto quiere decir que a partir del 2014 no vamos a tener ninguna subida salarial. En plena recesión económica en el estado español esto es un sarcasmo y un ejercicio de indecencia sindical. Para CCOO y la patronal del sector, la época de la esclavitud sigue vigente.
Con la reforma laboral, la de pensiones y con todos los recortes que están imponiéndonos, cada vez mas personas seremos más pobres para que cada vez menos personas sean cada vez mas ricas. Esta es la consecuencia de la centralización de la reforma laboral, las pensiones y la negociación colectiva en el Estado.
Que sindicatos como CCOO y la patronal CEOE decidan nuestras condiciones de trabajo nos llevan a la ruina como trabajadoras y trabajadores vascos. Las trabajadoras y trabajadores de la Dependencia de Euskal Herria no tenemos un espacio propio para negociar nuestras condiciones laborales. En este caso no hemos ni debatido ni tomado parte en la negociación del convenio. Se nos ha impuesto, con la ayuda de CCOO, un convenio estatal que va empeorar notablemente nuestras condiciones laborales, cosa que parecía difícil. ¡Ya está bien!. Por mera supervivencia, exigimos a la patronal vasca del sector que deje de jugar con dos barajas; aprovecharse de la negociación a la baja en Madrid y pretender la paz social aquí.
Ahora mas que nunca tenemos que reivindicar un marco vasco de relaciones laborales y convenios propios ya. Hacemos un llamamiento a las trabajadoras del sector a impulsar la Huelga General del 29 marzo porque hay mas razones que nunca para hacerlo.