Hemos conocido la sentencia del ERE de la empresa GTS del Grupo Gestamp, en la que se ratifica lo que desde LAB hemos dicho desde el principio: que no había razones para el cierre de la empresa y el despido de las y los trabajadores. Por eso, las y los trabajadores estuvieron luchando y en huelga durante dos largos meses. La negociación del ERE terminó sin acuerdo, nadie acordó el ERE. La plantilla continuó en huelga y lucha, y a consecuencia de la lucha, Gestamp tuvo que hacer más tarde una propuesta a cambio de no acudir a los tribunales.
Esta propuesta fue llevada a la asamblea por el comité de trabajadoras y trabajadores y la asamblea aprobó la propuesta por amplia mayoría. Por lo tanto, el Comité de Empresa y LAB, sindicato mayoritario, acataron lo decidido en asamblea. Esta oferta incluía la recolocación de algunos trabajadores y trabajadoras, percepción de más dinero del despido improcedente y prejubilaciones.
La sentencia que ahora hemos conocido dice que los despidos son improcedentes, pero los da por válidos. Pero el acuerdo alcanzado por las y lostrabajadores tenía condiciones mejores que las que recoge la sentencia. Afortunadamente, la sentencia mantiene las condiciones alcanzadas por las y los trabajadores, por lo que no tendrán que devolver dinero.
Lo ocurrido en Gestamp lo deja claro:
-La organización y lucha de las y los trabajadores es el instrumento más eficaz para conseguir derechos. La reforma laboral permite jurídicamente a las empresas despedir de forma indebida. Por ello, es imprescindible anular la reforma laboral.
-El Gobierno Vasco ha sido cómplice de los despidos de Gestamp porque, aunque ha estado aportando dinero público, no ha establecido ninguna condición a cambio de darlo: no le ha exigido el mantenimiento del empleo.