El año pasado el Amejoramiento del Fuero cumplió 40 años. Así, el 13 de mayo de 2022, en Pamplona, en una comparecencia bajo el monumento a los fueros, el sindicato LAB hizo pública la declaración «Levantémonos. Después de 40 años, ¡hagámoslo posible!».
Pasados cuarenta años, el saldo dejado por el Amejoramiento es deficitario. Lo es en términos de democratización, como ocurre con la Ley del Euskera, pero también en términos de condiciones de vida y de trabajo, uno de cada dos trabajadores y trabajadoras navarras vive en situación de precariedad.
Hoy también es el día del Euskera, es el momento de corregir ese déficit histórico respecto al euskera. En el territorio en el que hace 2000 años escribían en euskera, todavía esta lengua propia no es oficial. Este ejemplo significativo demuestra que el euskera necesita respeto y un desarrollo sostenible: protección, promoción y prestigio de la diversidad y riqueza que genera, oficialidad. Todos los derechos para todas las personas.
El Parlamento de Navarra ha abierto una ponencia para actualizar la Ley del Amejoramiento del Fuero. Debería ser la ocasión de superar los límites que se marcaron hace cuatro décadas para que Navarra no fuera libre ni próspera. Un camino para pasar de un estatuto de autonomía dependiente de la Constitución española a un nuevo estatus político que posibilite todas las posibilidades de futuro.
En esta ocasión, sí. Es imprescindible abrir un procedimiento democrático, un proceso de debate amplio y sin límites sobre el modelo social, económico e institucional de Navarra y sobre las relaciones que queremos mantener con el Estado español y con el resto de territorios vascos. Y cuyo resultado se ratificará mediante un referéndum.
En cuanto al ámbito socio-laboral, LAB considera imprescindible configurar un marco propio de relaciones laborales y protección social, así como un código de trabajo y seguridad social propio. Un espacio socio-económico propio, con plenas competencias y capacidad de decisión en cuestiones socio-laborales. En estos 40 años se ha demostrado que la estatalización de las relaciones laborales supone una pérdida de derechos; y viceversa: la existencia de convenios propios (por ejemplo, el nuevo convenio de Intervención Social y el que reclamamos para el sector de residencias) y la existencia de leyes propias (por ejemplo, cláusulas sociales establecidas en las subcontrataciones públicas) benefician a los trabajadores y trabajadoras navarras. De la misma manera que sería beneficioso poder establecer el salario y la pensión mínimas, o desarrollar el sistema público comunitario de cuidados mediante una ley propia.
La clase trabajadora navarra necesita cambios, tanto en la economía como en el modelo institucional. Navarra necesita como pueblo nuevas herramientas que garanticen y permitan las exigencias sociales, políticas, lingüísticas y culturales de la mayoría social de nuestro territorio. Ambos necesitamos soberanía.