La Asociación de Hosteleros de Bizkaia se ha echado atrás ante la amenaza de impugnación formulada por la patronal estatal AERM. Tras el golpe de CCOO la semana pasada, que rompió el preacuerdo, el sector ha sufrido otra puñalada. Restauración moderna es el subsector de hostelería más precarizado y empobrecido, así como el más racializado.
En 2022, las grandes cadenas y marcas de hostelería (MCDonald’s, Taco Bell, KFC, etc.) crearon la patronal Asociación Empresarial Marcas de Restauración (AEMR) y firmaron con CCOO y UGT un convenio estatal específico para su aplicación en sus cadenas. El objetivo de este convenio es crear una normativa laboral a su medida que les permita aplicar condiciones inferiores a las de hostelería y aumentar los márgenes de beneficio. Jornada mucho más alta, salarios SMI, menos descanso, pluses nefastos… Este convenio sacó a unas 140.000 trabajadoras de los diferentes convenios de hostelería y las condenó a este otro.
Este tipo de convenios específicos son una nueva forma de estatalización: superan los convenios sectoriales de las provincias y regulan las condiciones laborales a medida de determinadas empresas a nivel estatal, con sindicatos que les ponen la alfombra roja. Es la misma jugada que en el sector del textil y calzado está llevando a cabo la patronal ARTE (Inditex, Primark, H&M…).
En la negociación del nuevo convenio de hostelería de Bizkaia, uno de los principales objetivos del sindicato LAB, junto con la consecución de medidas para obstaculizar los fraudes en el sector, era que este convenio fuera paraguas para los y las trabajadoras más precarizados que quedan en los márgenes de la hostelería: especialmente riders y plantilla de las cadenas de la llamada «Restauración Moderna». En estos ámbitos se dan, en el caso de los primeros por falta de regulación, en el segundo por el convenio estatal, las condiciones más precarias y los mayores abusos. LAB quiere destacar, además, que estas son las actividades hosteleras más racializadas, y que esto no es casual.
LAB se ha encontrado sola en la mesa en la lucha contra la estatalización: CCOO y UGT son firmantes del convenio «Marcas de Restauración Moderna» y ELA mira hacia otro lado, dejando de lado el acuerdo. Aún así, LAB no ha parado de llevar propuestas a la mesa y ha conseguido que este convenio sea más que una mera actualización salarial.
La patronal AERM ha amenazado con impugnar el convenio alegando que, al no haber estado ella en la mesa, la Asociación de Hosteleros de Bizkaia no tiene legitimidad para firmarlo. El sindicato LAB cree en este convenio y en este camino, por lo que quiere ratificar los contenidos del acuerdo. De lo contrario, la estatalización y las grandes cadenas ganan, y los y las trabajadoras, pierden.
LAB denuncia que esto no es serio: tanto los sindicatos como la Asociación de Hosteleros han trabajado sobre un borrador y todos han tenido el texto delante tanto para analizar bien los contenidos como para hacer adaptaciones.
Hace unas semanas, CCOO rompió el preacuerdo por razones que no tenían sentido. Mostraban discrepancias con diversos contenidos cuando durante semanas no habían realizado ninguna aportación en la mesa sobre los mismos. Para cuando decidieron dar marcha atrás en su irresponsabilidad, el acuerdo estaba roto, por lo que la primera consecuencia fue no haber subido los salarios en mayo. La segunda consecuencia ha sido que se ha dado tiempo a la patronal a echarse atrás.
Ahora lo ha rechazado la Asociación de Hosteleros de Bizkaia, pero hoy no tiene la información que no tenía hace 3 semanas. El motivo es el miedo a la amenaza de la AERM, no el contenido.
Ante este bloqueo, se ha llamado a la patronal AERM a la mesa, para poder subsanar la posible falta de legitimidad que hubiera, si la hubiera, y seguir con la negociación. No sabemos si esta patronal tiene realmente voluntad de participar en la mesa, ni con qué actitud lo haría en caso de presentarse, pero sabemos que sus intereses son diametralmente opuesto a los de las trabajadoras. Por lo tanto, nos encontramos en un momento de incertidumbre: no hay acuerdo, no sabemos si la mesa se va a recomponer, si las negociaciones darán fruto a corto plazo… En cualquier caso, LAB no cuestionará los contenidos que ha garantizado en el principio de acuerdo y seguirá luchando por garantizarlos.
LAB quiere mostrar su enfado y rabia. Las y los trabajadores de la hostelería no se merecen esto, sino que se llegue a un acuerdo lo antes posible: este convenio se aplica a 26.000 trabajadores y trabajadoras en Bizkaia. Desde 2020, debido al acuerdo que firmaron ELA-CCOO-UGT y la patronal, sus salarios están congelados. Los fraudes y abusos son constantes debido a la falta de regulación y control. La negociación ha durado más de un año y había cerrado y firmado un principio de acuerdo que aborda estos problemas.