Dicen que van a contemplar el IPC para subir las pensiones pero solo en épocas de bonanza económica, lo que vendría a suponer un “aval” a los cambios que en el 2013 el PP introdujo en su Reforma de Pensiones, ya se estaba en crisis en aquellos años y, por tanto, la espada de Dámocles continuara sobre los y las pensionistas.
Tampoco se garantiza el IPC para todas las pensiones y mucho menos el establecer una pensión mínima, como la que se reclama en Euskal Herria, de 1.080 euros para dejar de tener pensionistas que vivan bajo el umbral de la pobreza como indica la Carta Social Europea.
Tampoco podemos “olvidar” que hay una pérdida del poder adquisitivo los últimos años que “crece” o cómo las instituciones vascas, Gobiernos de Gasteiz e Iruñea, pueden complementar las pensiones, hasta que tengamos un Sistema Propio de Protección y Seguridad Social que nos garantice tanto ahora como en el futuro unas pensiones dignas.
Que no nos engañen, no queremos palabras bonitas, queremos hechos que demuestren que aceptan las reivindicaciones de los pensionistas que por miles han salido a las calles de Euskal Herria y pese al acuerdo PNV-PP no se han dejado engañar y continúan reivindicando unas pensiones dignas y los 1.080 euros de pensión mínima.
Sabemos que eso solo se puede llegar a conseguir de verdad con un Sistema Propio por el que apostamos pero mientras, las instituciones vascas no pueden seguir mirando para otro lado y tienen tareas pendientes por hacer y evitar que siga habiendo pensionistas pobres.