Ha fallecido un trabajador de 53 años de la empresa Manipulados Ulzama en Sorauren, Nafarroa, tras ser atrapado por una máquina. Este año al menos 8 trabajadores y trabajadoras han muerto trabajando en Euskal Herria y además, Joaquín Beltrán sigue desaparecido en el vertedero de Zaldibar desde el 6 de febrero del año pasado.
En primer lugar, desde el sindicato LAB, queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo a la familia y personas allegadas del trabajador fallecido.
Lo ocurrido hoy no es nuevo. Cada año decenas de trabajadores pierden la vida como consecuencia de atrapamientos de máquinas. Son accidentes que podían haberse evitado tomando medidas de seguridad, pero desgraciadamente, la realidad nos demuestra que no toman medidas de seguridad para que este tipo de accidentes no vuelvan a ocurrir. No obstante, da la impresión de que los responsables de las administraciones públicas no saben esto. ¿Dónde están los responsables de la administración y el Gobierno de Navarra para denunciar esta nueva muerte? ¿Qué cambios y qué pasos están dispuestos a dar para dar la vuelta a esta situación? ¿El Gobierno de Navarra está dispuesto a situar de una vez por todas el grave y estructural problema de los accidentes laborales en la agenda política? ¿O seguirá mirando hacia otro lado?
Tenemos claro que los accidentes laborales no son generados por el azar o la casualidad, son el resultado de las relaciones laborales, la precarización, la normativa laboral y la subcontratación que se dan. Exigimos a las administraciones públicas que señalen a los responsables y que les hagan pagar por ello.
Las y los trabajadores trabajamos para poder vivir y no para perder la vida en el intento. La muerte de un trabajador o trabajadora no es una característica del trabajo. Los accidentes laborales son el resultado de las pésimas condiciones y formas de trabajo que nos impone la patronal a la hora de trabajar.
Desde el sindicato LAB lo tenemos claro, necesitamos vidas y trabajos dignos, tenemos derecho a volver del trabajo con vida. Sabemos que la única vía para acabar con esta lacra individual, familiar y de toda la sociedad es la lucha y la organización; que el cambio vendrá del cambio de las relaciones laborales y de las reglas de juego. Tenemos que llevar a cabo un nuevo modelo que priorice la vida y la salud de las y los trabajadores.
Desde el sindicato LAB seguiremos trabajando y luchando por los derechos, la seguridad y la salud de los trabajadores y trabajadoras. Llamamos a la clase trabajadora y a la ciudadanía a participar en las movilizaciones de denuncia que se organicen.