Los sindicatos LAB, ELA, ESK, STEILAS, EHNE e HIRU hemos comparecido en Bilbo e Iruñea para presentar el informe de 2021 sobre siniestralidad laboral en Hego Euskal Herria. Lo hemos hecho en vísperas del 28 de abril, Día Internacional de la Salud Laboral.
Desde la mayoría sindical hemos contabilizado al menos 68 muertes en el trabajo en el año 2021, dato muy negativo que continúa con la tendencia de años anteriores. A pesar de las limitaciones y restricciones en el 2021 derivadas de la pandemia, que han tenido consecuencias muy negativas tanto en el ámbito social como en el laboral, la siniestralidad laboral ha aumentado considerablemente en 2021. Los accidentes laborales así como las enfermedades profesionales han aumentado en todos los territorios: en la CAPV un 10,2 % y asciende al 16,7 % en el caso de Nafarroa, comparando con datos registrados en el año 2020.
El año pasado, en la CAPV cada día al menos 205 personas han sufrido un accidente de trabajo mientras que en Navarra han sido 30. En cuanto a las enfermedades profesionales, seguimos denunciando el subregistro en las estadísticas oficiales. Solamente en Hego Euskal Herria al menos 12 personas han fallecido por patologías relacionadas con el amianto, pero muchas no se declaran como enfermedad profesional, por lo que las estadísticas oficiales no son para nada fieles a la realidad. En el año 2021, las estadísticas oficiales recogen 35 accidentes laborales mortales en la CAPV y 13 en Nafarroa, 8 y 2 personas trabajadoras fallecidas más respectivamente que en el año anterior. La mayoría sindical, sin embargo, ha contabilizado al menos y con la falta de acceso a la información, 48 accidentes laborales mortales en la CAPV y 20 en Navarra.
El 26 % de los accidentes mortales han sido no traumáticos, el 14 % por caídas en altura, el 22 % initínere, el 28 % accidentes mortales a consecuencia de un atrapamiento o un golpe, el 19 % de las personas accidentadas eran subcontratadas y el 15,6 % de los fallecidos han sido transportistas.
El sector industria es el que más accidentes laborales mortales ha sufrido con el 44 % del total, seguido del sector servicios con un 28 % y el 11% del sector construcción. Especial mención merece el sector forestal donde han fallecido 6 trabajadores en el año 2021, el 13% del total. Ha fallecido un pescador, un trabajador del sector agrario, 17 personas por exposición a amianto y 10 transportistas. Asimismo aunque no los registremos en nuestras estadísticas, dos trabajadores euskaldunes fueron asesinados en Burkina Faso cuando trabajaban como periodistas.
Más allá del baile de cifras y del recuento de números, detrás de estos datos lo que se esconde es el sufrimiento y el dolor de personas y familias que han conocido de primera mano lo que es vivir muy de cerca un accidente laboral o una enfermedad derivada del trabajo. Los datos de siniestralidad laboral en Hego EH son incomprensibles y más teniendo en cuenta que todo accidente y enfermedad profesional es evitable si se ponen medios técnicos y humanos adecuados. Es aquí donde un año más se sigue fallando.
No se destinan fondos suficientes para hacer frente a la inversión necesaria para que la clase trabajadora tenga unas condiciones de seguridad adecuadas en los centros de trabajo. Las empresas son reacias a gastar en prevención para dotar de medidas básicas a sus plantillas porque no obtienen beneficio del dinero invertido. Los gobiernos de Gasteiz e Iruña no cambian las políticas dirigidas a prevención que se ha demostrado son ineficaces y no se dota de más personal para garantizar en las empresas niveles de prevención adecuadas. Por eso exigimos que se aumente el personal técnico tanto en Inspección de Trabajo como en Osalan en al menos 100 más en la CAVP y 50 en Nafarroa para equipararnos a la Unión Europea y que empresas con riesgos importantes o niveles altos de siniestralidad se investiguen muy de cerca.
Mientras esto no cambie, mientras no se erradique la precariedad en las empresas, cada año fallecerán más de medio centenar de trabajadores y trabajadoras en Hego Euskal Herria. Nos tendrán enfrente para denunciarlo y para exigir cambios estructurales que garanticen la salud y la vida de la clase trabajadora.