Han pasado ocho meses desde que se produjo un cambio histórico en el Gobierno de Navarra y los principales Ayuntamientos. Se ha avanzado en la democratización, con medidadas como el fin de la exclusión del 40% de la representación sindical, la posibilidad de optar por el modelo D en igualdad de condiciones o la mayor receptividad de las instituciones respecto a las demandas ciudadanas. Sin embargo, no se puede decir que el cambio haya llegado a los centros de trabajo.
Los y las trabajadoras seguimos sufriendo paro, precariedad, discriminación, recortes de derechos. Por ello es imprescindible movilizarse tanto en los centros de trabajo como en la calle por medidas concretas como la jornada semanal de 35 horas, el salario mínimo de 1200 euros mensuales y pensión mínima de 1080, la igualdad de oportunidades o el desarrollo de los servicios públicos. Así mismo, resulta obligado reclamar un marco laboral propio para que ese tipo de medidas se puedan decidir y aplicar en Navarra sin la injerencia del Gobierno español de turno, que en los últimos años ha suspendido 17 leyes navarras, la mayoría de caracter social.
LAB ha convocado una gran manifestación el 19 de marzo para impulsar ese camino. La movilización de la clase trabajadora fue determinante para posibilitar el cambio institucional. Ahora debemos movilizarnos para que el cambio se concrete en la mejora de las condiciones de vida y trabajo de la mayoría trabajadora.