El pasado viernes, ante las medidas que se estaban adoptando frente a la pandemia originada por el virus COBVID-19, desde el sindicato LAB denunciamos alto y claro que las medidas no estaban pensadas para las y los trabajadores, sino para el capital. Hoy reiteramos nuestra denuncia.
Los gobiernos francés y español están tomando medidas muy duras para confinar a la población, pero, al mismo tiempo, mandan a las y los trabajadores al trabajo sin ninguna protección, tanto camino del centro del trabajo (se han producio aglomeraciones en diferentes lugares a causa de la reducción del transporte público) como en el propio lugar de trabajo: por ejemplo, en la empresa ITP de Ezkerraldea, donde se han registrado casos de coronavirus, la dirección no ha tomado ninguna medida de prevención y, en cinco días, han pasado de 3 personas enfermas a 11,que se encuentran en cuarentena sin que se les haya hecho aún la prueba por estar colapsado Osakidetza; ante esta situación, en la que un trabajador sí que ha dado positivo, las y los trabajadores no han tenido otro remedio que plantarse, paralizando la actividad en la empresa.
Esta situación es inaceptable. Tanto para proteger la salud de las y los trabajadores como para ser coherentes con las medidas para limitar la expasión de la pandemia, exigimos lo siguiente a los gobiernos de la CAV, Nafarroa y Madrid: poner Euskal Herria en servicios mínimos. Además, según pasen los días, nos parece una medida cada vez más necesaria. Se deben mantener los servicios básicos (salud, alimentación, limpieza, cuidado de mayores, servicios sociales, energía y agua, transporte público), establecer el tele-trabajo en los puestos de trabajo que sean posibles y paralizar el resto de actividades, sin que suponga coste alguno para las y los trabajadores. Se debe establecer una licencia general que garantice el 100% del salario a las personas que no estén en servicios mínimos y que no puedan ejercer el tele-trabajo (sean asalariadas, trabajadoras del hogar o autónomas y autónomos).
Mientras no se tome una medida semejante, LAB pondrá toda su energía a la hora de paralizar los centros de trabajo del ámbito económico que no sean indispensable. Nuestras delegadas y delegados solicitarán en cada uno de esos centros de trabajo que paralicen su actividad, y, en caso de no hacerlo, utilizaremos los recursos que estén en nuestra mano para defender la salud de las y los trabajadores. Junto a los mecanismos que ofrece la Ley de Salud Laboral (las y los representantes sindicales pueden parar una actividad si la consideran de riesgo, argumentando grave riesgo inminente), estamos dispuestas y dispuestos a plantarnos, tal y como lo han hecho hoy las y los trabajadores de Mercedes, ITP o CIE Amaya.
También en estos casos, exigiremos a las empresas que no tomen medidas perjudiciales para las y los trabajadores por estas paralizaciones. El camino que priorizamos es que la empresa conceda permisos remunerados y, en caso de plantearse ERTE, exigimos que se complementen los salarios hasta el 100%.
Para terminar, queremos mostrar nuestro apoyo a la propuesta que ha hecho el Movimiento Feminista de constituir una mesa para hacer frente a la crisis de cuidados. Mostramos nuestra voluntad de participar y realizar nuestra aportación en esa mesa.