Los y las trabajadoras han señalado que dan la cara todos los días como servicio público y cultural, y que piden “dignidad” en sus condiciones laborales.
Llevan unos 10 años con el sueldo congelado, cobran lo mismo que hace años. Del mismo modo, sus puestos de trabajo no tienen ninguna estabilidad, porque la subrogación no está garantizada.
Frente al salario actual, de 880 euros mensuales (para quienes trabajar en jornada completa) han pedido salarios de a partir de 1.200 euros.
Son la cara visible del museo, las personas que cuidan valiosas piezas artísticas en las salas de exposición, quienes que reciben a las y los visitantes y les proporcionan entradas, las que realizan visitas guiadas y talleres artísticos a grupos de diversos perfiles, las que solventan dudas y recogen sugerencias o quejas del público, las que dan a conocer la colección artística…
Son las y los trabajadores que dan atención directa al público, que evidentemente es parte imprescindible del museo como institución, ya que un museo sin visitantes es un mero almacén de obras de arte. Un museo público en el que se permite que trabajadoras y trabajadores estén en una situación de precariedad laboral, no es ni será jamás referente cultural ni fuente de riqueza.
Pedimos que se garanticen unas condiciones justas para los y las trabajadoras sin las cuales el Museo de Bellas Artes de Bilbao no podría llevar a cabo dicha misión. También exigimos que el Patronato del Museo compuesto por Ayuntamiento de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia y Gobierno Vasco tome las medidas necesarias para que vigilantes de sala, personal de taquilla, educadores y educadoras y personal tanto de tienda como de entrada recupere su dignidad, apueste por la calidad y defienda el empleo.