Los sindicatos LAB, ELA y UGT hemos convocado huelgas para los días 15, 16, 17 y 18 de marzo para exigir a la patronal que es momento de pasar de las palabras a los hechos, que es momento de acabar con la brecha salarial.
Este es el comunicado emitido con motivo de la comparecencia realizada para anunciar las huelgas:
El convenio de limpieza de edificios y locales de Gipuzkoa cuenta con 5.000 trabajadoras. 5.000 trabajadoras de las cuales el 80% son mujeres, mujeres con contratos parciales. Nosotras lo tenemos claro, la pandemia de la limpieza es la precariedad. La precariedad que una vez más tiene cara de mujer.
Estas 5.000 trabajadoras durante la pandemia han estado limpiando las fabricas, las residencias, las clínicas de salud privadas, los supermercados, el transporte público… han estado trabajando para que la sociedad pudiera sobrevivir de la forma más segura a esta pandemia.
Como bien sabéis, la actividad de la limpieza no se ha paralizado durante la pandemia, si no que, se ha reforzado. ¿A qué se debe esto? A que los dirigentes nos han declarado esenciales, esenciales para que la sociedad y la economía pudieran seguir el curso de su actividad de forma segura.
¿Pero, cómo es posible que un servicio esencial tenga un brecha salarial del 28%?, ¿que los hombres de la limpieza viaria cobren 5.000 euros más que nosotras? Este es el nivel de coherencia del actual sistema.
Nuestra pandemia no se reduce al COVID-19, nuestra principal pandemia, para la cual no hay mayor vacuna que la lucha se llama precariedad. Una precariedad con cara de mujer impulsada por los estamentos machistas y capitalistas de un sistema depredador, que tras cobrarse vidas durante la pandemia (mediante el adelgazamiento de los servicios públicos), no tiene suficiente y ahora, carga contra las condiciones de vida de la clase trabajadora y ,en particular, contra las condiciones de las trabajadoras de la limpieza.
Pero ese sistema no es un ente abstracto, tiene agentes de carne y hueso, que no son otros que los que detentan el poder público y económico y que actúan en connivencia para proteger sus privilegios. Políticos y empresas que apuestan por una subcontratación basada en la explotación. Los mismos que hacen campañas publicitarias diciendo que hay que acabar con la Brecha Salarial, o el 8 de marzo saldrán diciendo que hay que acabar con la desigualdad, son los que fomentan y permiten que exista esta misma brecha salarial. No hay más que recordar los 9 meses de huelga que tu vieron que realizar las trabajadoras de limpieza de juzgados y comisarías, que dependían de una decisión de dos departamentos del Gobierno Vasco (Trabajo y justicia e Interior, respectivamente) para acabar con esta discriminación.
Como hemos mencionado la limpieza no ha detenido su actividad durante la época de confinamiento, nosotras, con nuestros miedos e inseguridades hemos asistido a nuestros puestos de trabajo. Hemos asistido a nuestros puestos de trabajo sin EPIs, sin ningún tipo de protección. Hemos estado limpiando fabricas, residencias, supermercados abarrotados sin mascarillas… pero nosotras hemos asistido a nuestros puestos de trabajo.
¿Y qué dice la patronal ante todo esto?
La patronal sigue sin reconocer la brecha salarial, resta valor a la limpieza feminizada. Pero no solo eso, apelando a que no ha habido tantas ganancias como otros años, nos han realizado un plantemieno de 0% de subida para los años 2019 y 2020.
Tras la huelga de dos días de Enero, ha subido su oferta para 2021 y 2022 en un 0,5%, con un planteamiento de un 1% para 2021 y de un 1,5% para 2022. Sin niguna referencia al IPC y por tanto, sin tan siquiera garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo.
No solo eso, al preguntar por los beneficios del año 2020 la patronal apela a que ha sido una época muy dura y que han tenido que invertir mucho dinero en EPIs. ¿De verdad tienen la osadía de decirnos eso? ¿A dónde han destinado los EPIs? ¿A las oficinas de la patronal? Porque las trabajadoras,en muchas ocasiones ,han tenido que reclamar estas EPIS a través de la inspección de trabajo, porque se entregan mascarillas con una utilidad de 200 lavados. A día de hoy, son las propias trabajadoras quienes, la mayoría de las veces, tienen que comprar las mascarillas, porque las empresas no suministran las suficientes. ¿De verdad se atreve la patronal a achacar al gasto en los EPIs para no realizar subida salarial?
Esta actitud nos parece provocadora e inaceptable. Estamos hartas. Hartas de que se nos desprecie, de que se nos ignore. Somos una de las trincheras que ha sostenido esta sociedad en estos tiempos tan duros. No queremos aplausos, queremos condiciones laborales dignas, queremos ir seguras a nuestros puestos de trabajo, ¡queremos ser respetadas y queremos acabar con la brecha salarial! Además recientemente hemos visto que no solo es posible sino que se pueden sentar las bases para que así siga siendo. Nos referimos al acuerdo de limpieza de las dependencias municipales de Zarautz, que ya en el anterior acuerdo acabaron con las brecha y en este han garnatizado una subida del IPC+1,3% con un suelo del 2,3%, gracias a lo cual en 2021 el salario anualizado de estas trabajadoras, todas mujeres, es de 24.216,9 €. Ese es el camino a seguir. Ese es el jemplo que deberían tomar decenas de ayuntamientos de Gipuzkoa que subcontratan el servicio pagando poco más de 18.000 € a las trabajadoras de limpieza cuando pagan algo más de 23.000 a los hombres subcontratados de la limpieza viaria. Directivas euopeas de contratación pública instan a las administraciones a incorporar en los pliegos cláusulas sociales que supongan avanzar en la igualdad de mujeres y hombres y en eliminar las desventajas que paceden las mujeres en al ámbito laboral, incluyendo la eliminación de la brecha salarial como objetivo. ¿A qué esperan nuestrxs reponsables políticxs para asumir su responsabilidad?
Hay muchas cosas que mejorar en el convenio de limpiezas de Gipuzkoa, pero desde el banco social nos hemos fijado tres objetivos prioritarios: avanzar en la eliminación de la brecha, establecer mecanismos para ir minimizando la tan extendida parcialidad en el sector y blindarnos frente a posibles recortes del servicio.
Sin embargo somos conscientes de que no nos dejan más opción que pelear, pelear para conseguir la mejora de nuestras condiciones laborales y el fin de la precarización del sector. Es momento de tomar las calles para demostrar una vez más que nuestras condiciones laborales no van ligados a los beneficios empresariales. Somos un sector esencial y por ello nos merecemos unas condiciones laborales dignas!
Por todo ello, los días 15,16,17 y 18 de marzo realizaremos cuatro jornadas de huelga. Cuatro jornadas de huelga para exigir a la patronal que es momento de pasar de las palabras a los hechos, que es el momento de acabar con la brecha salarial y retomar esta negociación con la seriedad que nos merecemos!