Esta primera convocatoria durará 3 semanas, hasta el 4 de agosto, con previsión de que abarque todo el verano si la Diputación Foral de Araba no se sienta a negociar para solucionar los problemas estructurales de los y las bomberos y bomberas.
Los y las trabajadoras llevan ocho años sin convenio laboral. Se trata del único servicio de la CAV que no cuenta con unas condiciones laborales bien definidas, lo que permite a la actual Dirección-Gerencia, con el beneplácito de la Diputada Jone Berriozabal, dinamitar los consensos sociales para reprimir las reivindicaciones que llevan reclamando durante demasiados años.
La pasada semana registramos la petición de cese del Director-Gerente, Alberto Amenabar. Su competencia al mando de este servicio es más que cuestionable. Bajo su gestión se ha realizado la OPE más desastrosa en décadas de todos los servicios de bomberos y bomberas de Euskadi. Bajo una personalidad conflictiva, ha conseguido enemistarse con la práctica totalidad de
la plantilla, mandos de bomberos incluidos. Los y las bomberas de Araba llevan 3 años sin Jefe de Bomberos/as, y en todos
estos años, tanto las decisiones estratégicas como las del día a día pasan, en exclusiva, por las inexpertas manos de Amenabar.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la imposición de una disponibilidad tanto en tiempo como en destino, sin negociación y sin
contraprestación alguna, para toda la plantilla durante la campaña de verano de este año. El caso es especialmente significativo. La representación de los trabajadores, en aras a preparar la mencionada campaña, lleva desde enero de este año preguntando cuales son las intenciones del servicio al respecto. No han tenido ningún tipo de respuesta, ninguna. La única noticia que vino de la mano de la propia Diputada Jone Berriozabal en Juntas Generales, donde dejó claro que no iba a haber las contrataciones públicas del año pasado ya que nuestro Territorio Histórico estaba “más preparado que nunca” ante los incendios forestales y no se necesitaba
ningún tipo de refuerzo.
Los trabajadores y las trabajadoras no dieron crédito ante esta respuesta. La decisión había sido tomada sin consultar ni a la representación de los trabajadores y trabajadoras ni a la parte técnica del servicio (Dirección- Gerencia ha eliminado todas las reuniones con los mandos del servicio). Si no se necesita ningún refuerzo, ¿cómo es posible que se instaure repentinamente, en medio del verano, una orden de servicio que de manera preventiva establezca una disponibilidad obligada, sin negociación y sin contraprestación alguna?
Y es que los alaveses deben saber que bajo la manida excusa de las “necesidades del servicio”, se esconde la utilización de medidas legales establecidas en situaciones extraordinarias para cubrir las necesidades ordinarias y estructurales del servicio, práctica que viene siendo habitual desde la creación de este servicio. Para esta Dirección-Gerencia, solo existe una forma de hacer
las cosas, la imposición.
La falta de autocrítica por parte del Organismo Autónomo y de la Diputación Foral de Araba es flagrante. El único argumento utilizado es echar la culpa de todo a sus propios trabajadores y trabajadoras y sus representantes, sin fundamento técnico alguno. Ya lo hicieron para justificar la nefasta OPE de Arkaute, y ahora vuelven a utilizarlo para cargar contra reivindicaciones legítimas.
Por todo ello, hoy hemos comenzado una huelga para este verano, bajo tres grandes reivindicaciones: Aumento de plantilla, convenio laboral y cese de las imposiciones. Los trabajadores y las trabajadoras del servicio de bomberos forales de Araba defenderemos nuestra profesión y nuestra vocación de servicio público ante cualquier amenaza, venga de donde venga.