En marzo, las trabajadoras subcontratadas de la limpieza de la Diputación de Gipuzkoa retomaron un nuevo ciclo de movilizaciones porque la negociación estaba bloqueada. Así, se han concentrado todas las semanas ante la Diputación. Hoy se han manifestado en Donostia, desde el Koldo Mitxelena hasta la Diputación, por un convenio que les garantice el poder adquisitivo. Han exigido una negociación real, poniendo de manifiesto la situación que viven las trabajadoras del sector.
Este colectivo está compuesto en un 90% por mujeres*. Son las que limpian los edificios de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Este colectivo subcontratado y que se calificó de imprescindible durante la pandemía, lleva negociando el convenio desde mayo del 2021 y no ha tenido subidas salariales desde el 2020, acumulando en estos últimos años de IPCs altos gran pérdida del poder adquisitivo.
Tras las dinámicas de movilizaciones llevadas a cabo por el colectivo durante el 2022, las trabajadoras han decidido retomarlas con un nuevo ciclo, a la vista de que las negociaciones entre las empresas y la parte social están totalmente bloqueadas. Las empresas EULEN y GIZATZEN han empeorado los planteamientos que realizaron en negociaciones anteriores, haciendo una propuesta económica inferior y no garantizando el poder adquisitivo de las trabajadoras del sector.
La respuesta de la patronal a la propuesta realizada por los sindicatos LAB, ELA, ESK, CCOO y UGT con el objetivo de acercar posturas es significativa. Así, propone subidas del 3% para 2024 y 2025 y del 3,5% para el 2026, sin subidas para los años anteriores y sin cláusula de actualización a la finalización del convenio. En total, subidas del 9,5%, cuando anteriormente habían realizado un planteamiento de subidas del 14%.
La parte social valoramos este planteamiento como inadmisible y solicitamos a la patronal una negociación real y con fórmulas que garanticen el poder adquisitivo para las trabajadoras del sector.
Por otro lado, hay que poner de manifiesto la responsabilidad que tiene la Diputación en todo este proceso. Desde el inicio del conflicto laboral ha tomado parte activa en la desactivación y obstaculización del acuerdo. Ha jugado a dos bandas. Por un lado, poniendo vetos y exigencias en la negociación, impidiendo la viabilidad de fórmulas que garanticen el poder adquisitivo; y por otro, desvinculándose de la responsabilidad que tiene en el conflicto y manifestando que la resolución del mismo compete a empresas y sindicatos.
Sabemos que los responsables de esta situación son tanto las empresas como la Diputación Foral de Gipuzkoa en última instancia, e instamos a estas dos partes a que asuman su parte de responsabilidad en el conflicto y pongan los medios necesarios para la resolución del mismo.