16 y 17 de abril y 13, 14, 15, 16 y 17 de mayo. Estos son los días de huelga previstos por las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de Bizkaia, a convocatoria de los sindicatos LAB, ELA, UGT y USO.
Tras 7 años con los salarios congelados, casi 4 años sin renovar el convenio, 2 años desde que empezamos las movilizaciones y más de un años desde que comenzamos los paros, los sindicatos del sector convocamos 7 nuevos días de huelga que se unen a los 26 que se han llevado a cabo hasta el momento.
Es evidente que el conflicto de la Ayuda a Domicilio de Bizkaia está enquistado. Las patronales, con su nula voluntad por dignificar las condiciones de las trabajadoras y su ambición por mantener los enormes beneficios a consta del dinero público son, junto con los ayuntamientos, los principales responsables de esta situación.
Las instituciones públicas y especialmente a los Ayuntamientos, los cuales tienen la competencia del servicio, han intentado desentenderse de la responsabilidad directa que tienen. Parece que una vez pasado el 8 de marzo olvidan las declaraciones institucionales realizadas en las que se denunciaban “la precariedad laboral y pobreza de las mujeres” y se comprometían a “poner en el centro de sus políticas públicas las tareas de cuidado”.
La Ayuda a Domicilio es un ámbito idóneo para poner en práctica estas intenciones y hasta ahora no hemos visto movimiento alguno en ese sentido: las horas de prestación van en descenso año a año y las condiciones laborales de las profesionales se siguen deteriorando sin que los ayuntamientos pongan medidas para remediarlo.
En la última mesa de negociación, realizada el pasado octubre a petición de los sindicatos convocantes, marcamos ciertos puntos esenciales que considerábamos necesarios para relanzar la negociación: las clausulas de Inaplicación, Flexibilidad y movilidad geográfica y funcional; la eliminación del artículo 18 que permite llevar la flexibilidad de las jornadas al extremo; no excluir los supuestos que hoy se excluyen del complemento del 100% por enfermedad o accidentes laborales (accidentes in itinere, lubalgias, etc.) y subidas salariales por encima de IPC para los años 16, 17, 18 y 19 de modo que se garantice como mínimo el poder adquisitivo perdido. Las patronales desecharon todas y cada una de las reivindicaciones básicas, y mostraron su determinación porque las condiciones laborales sigan empeorando: mayor flexibilidad en las jornadas que ya de por sí hace imposible una conciliación efectiva de la vida personal y laboral, no tomar medidas de seguridad y salud (a día de hoy prácticamente inexistentes y muy necesarias) y seguir profundizando en la pérdida de poder adquisitivo. Su oferta es mayor precariedad.
Por todo ello, no dejan a los sindicatos más salida que convocar nuevos días de huelga, que se materializarán los próximos 16 y 17 de abril y 13, 14, 15, 16 y 17 de mayo. Nos movilizaremos, tal y como venimos haciendo, en defensa de este servicio esencial que emplea a más de 1.500 trabajadoras y atiende a más de 8.000 personas dependientes. ¡Las trabajadoras volveremos a llenar las calles!