Los presupuestos forales de la Diputación alavesa se aprobaron en diciembre con la condición de habilitar una partida presupuestaria para mejorar las condiciones laborales del personal de las residencias privadas. Esta partida económica se ha conseguido gracias a la lucha que han mantenido las trabajadoras durante todos estos años, superando la falta de voluntad política de la Diputación. Somos nosotras, las trabajadoras de las residencias, las que con nuestra firmeza hemos impedido que las instituciones sigan eludiendo su responsabilidad en este conflicto.
Una partida presupuestaria que no parece que vaya a materializarse con la urgencia que requiere la situación actual de las residencias de mayores de Araba por la mencionada falta de voluntad.
Las trabajadoras de este sector feminizado estamos sosteniendo las necesidades de cuidado de gran parte de esta sociedad y pedimos que se reconozca la importancia de nuestro trabajo, con unas condiciones laborales dignas. Nuestros salarios apenas superan aún el SMI. La jornada laboral anual en este sector (1.772 horas) es una barbaridad y junto al exceso de ratios y la falta de prevención de la salud laboral de las empresas, están acabando con nuestra salud.