Los sindicatos LAB, UGT, CCOO y ESK nos hemos movilizado ante el Hospital Donostia para reivindicar que las trabajadoras de las contratas de limpieza de Osakidetza son esenciales y para exigir unas condiciones laborales dignas para el sector, dando continuidad así a la dinámica movilizadora de los últimos meses.
Las trabajadoras han denunciado que les quieren quitar la homologación. Iniciamos la negociación del nuevo convenio en el año 2018, convencidas de que ésta iba a ser una negociación sencilla, puesto que estar homologadas con el personal de Osakidetza significaba tener únicamente que adecuar determinadas materias a los nuevos acuerdos que se han ido alcanzando: la carrera profesional del 2012, un sistema más amplio y justo de cobertura de vacantes, jubilación de relevo, permisos nuevos que ya tiene reconocido el personal de Osakidetza, etc.
Sin embargo, las empresas no han querido hacer la más mínima adaptación del convenio. La homologación no significa únicamente tener las mismas subidas salariales que se aplican al personal de Osakidetza. La homologación es mucho más, significa tener los mismos complementos, las mismas licencias, las mismas opciones de ampliación de jornadas, las mismas facilidades de jubilación, etc.
Firmamos un convenio en el año 2015, un convenio de homologación, pero parece que esas condiciones que por aquel entonces reflejaban la homologación pretenden quedarse estancadas en la realidad del 2015. Las empresas se muestran inflexibles y mantienen la mesa bloqueada, un bloqueo que parece estar respaldado por Osakidetza, que no responde a ninguna de las solicitudes de reunión que les hemos hecho. Quieren robarles a las trabajadoras lo que ya habían logrado.