El Sindicato LAB-Osakidetza exige al Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco y a su Consejero Jon Darpón transparencia y diligencia en la investigación de los hechos que el pasado viernes ocasionaron la muerte de un bebé sietemesino gasteiztarra, que tras entrar en parada respiratoria fue trasladado por la policía local al Hospital Santiago y más tarde a Cruces donde finalmente falleció días después.
A su vez solicitamos a algunos medios de comunicación como El Correo, el cumplimiento del código deontológico periodístico, contrastando datos y respetando la verdad. Conscientes de la alarma social que estos hechos provocan, este medio de prensa escrito envió a la población información errónea a través de titulares, cuando menos, poco contrastados. No es cierto que hubiera “falta de ambulancias”. Había cuatro ambulancias disponibles y la UVI móvil estaba trasladándose al lugar cuando fue anulada su salida.
A pesar de todo el bebé murió y habría que preguntarse varias cosas. Si el centro coordinador de emergencias coordinó la intervención adecuadamente. Si de existir un servicio de urgencia pediátrica en Santiago eso hubiera ocurrido. Si de haber contado con una UCI pediátrica en Txagorritxu eso hubiera ocurrido. LAB-Osakidetza venimos reclamando y denunciando la situación de la pediatría desde hace tiempo: Osakidetza cubre la atención pediátrica de niños y niñas con médicos de familia. Si un niño o niña de barrios próximos al Hospital Santiago tienen una urgencia, ha de trasladarse al Hospital de Txagorritxu, ya que Osakidetza decidió quitar primero la pediatría hospitalaria y años más tarde la urgencia pediátrica de Santiago para centralizarla en Txagorritxu. Si un menor o una menor necesita cuidados intensivos, es atendida en la UCI de adultos de Txagorritxu, para después, si se complica la situación, trasladarla a Cruces.
Los servicios de urgencias pediátricas en Araba no pueden estar localizados únicamente en el Hospital de Txagorritxu, ya que las urgencias se colapsan. LAB opina que las reorganizaciones sanitarias que Osakidetza está llevando a cabo en la red no se están realizando adecuadamente y en el caso concreto de Araba la anulación de servicios del Hospital Santiago para centralizarlos en Txagorritxu está alejando la atención sanitaria de la ciudadanía. Los y las profesionales sanitarias y no sanitarias de Araba ven con preocupación este desequilibrio y las personas usuarias que han tenido que pasar por algún servicio sanitario, comienzan a evidenciar también sus consecuencias.
Es hora ya de construir una sanidad pública con transparencia y con el consenso de todas las partes implicadas (trabajadoras, ciudadanía, agentes sociales,…) y no exclusivamente con criterios economicistas.