Hoy hemos asistido al último esperpento de las negociaciones de los centros de Iniciativa Social. Los sindicatos ELA, Steilas, CCOO y UGT han acordado con las patronales Kristau Eskola y AICE-IZEA no dar garantías de recolocación de más de 40 trabajadoras y trabajadores este curso debido a la pérdida de puestos de trabajo por la bajada de aulas.
Esta disposición adicional que han acordado el 15 de julio surge por la ligereza del acuerdo de fin de huelga que firmaron a toda prisa el pasado mes de noviembre y por el incumplimiento de diversos contenidos que recibieron. Tras un largo periodo de 7 meses en los que las patronales estaban poniendo excusas para no recolocar a las trabajadoras y trabajadores, la semana pasada LAB advirtió con llevar a los tribunales a las patronales si no garantizaban el puesto de trabajo.
Por ello, las partes firmantes, tras varias discrepancias, han tenido que buscar una «salida a la situación de emergencia» para defender un acuerdo que no se cumple y que cada vez está más mermado por sus contenidos.
Las patronales y los sindicatos firmantes, ante esta difícil situación, han hecho una escenificación para lavar su imagen, sin recolocar realmente a todas y todos los trabajadores, para poder recibir financiación pública del Gobierno Vasco y pagar las jubilaciones anticipadas. Un auténtico fraude a las y los trabajadores, que hicimos una huelga de 29 días a favor de un convenio digno y de garantizar los puestos de trabajo.
En definitiva, en un convenio plagado de agujeros que han puesto un parche en el último momento y sin la calma que exige un procedimiento de recolocación serio y sólido: por un lado, han dejado fuera de este proceso a los Especialistas de Apoyo Educativo y han decidido, como hemos denunciado en más de una ocasión todos los sindicatos, condenarles a la bolsa de especialistas que no funciona; por otro lado, han acordado un proceso sin transparencia y sin garantías, tal y como dejan claro las palabras de los sindicatos firmantes, un procedimiento de reubicación «no regulado».
Está claro que tiene un único objetivo este texto de última hora: cumplir el trámite de recibir financiación pública recolocando al menor número posible de trabajadoras y trabajadores y seguir como hasta ahora; contratando y despidiendo a dedo.