Según hemos podido conocer esta mañana, ayer en la empresa Conformados FACME de Arrigorriaga un trabajador de 51 años falleció golpeado por una pieza. Por lo tanto, este 2023 ya ha dejado 8 personas trabajadoras muertas en Euskal Herria, ya que hoy mismo ha fallecido en Donibane Lohitzune una profesora en su puesto de trabajo.
Del análisis de las características del accidente de Arrigorriaga se desprende que el trabajador ha fallecido por incumplimiento de la normativa de máquinas por parte de la empresa. La muerte se ha producido por haberse proyectado una pieza desde la prensa que manipulaba dicho trabajador, lo cual denota falta de medios de seguridad. Todos los riesgos que ocasiona una máquina deben estar previstos y deben tomarse medidas para cada uno de ellos. Todas las máquinas deben cumplir estos principios, y aunque sean antiguas, deben adaptarse. Esto es responsabilidad del empresario y así se indica en la normativa.
Aun así, somos conscientes de que en la industria de Euskal Heria, en general, la mayor parte de la maquinaria no cumple con la normativa de seguridad y que la exposición a estos riesgos que sufrimos la clase trabajadora es habitual. El motivo para que esto ocurra es simple, la patronal no está controlada por nadie. Nadie le hace cumplir la normativa de salud laboral porque, aunque dicha competencia y obligación sea del Gobierno Vasco, no la lleva a cabo. Esta misma semana hemos denunciado que la mayoría de los accidentes laborales se quedan sin sanciones y que detrás de esto hay una decisión política.
Esta realidad crea puestos de trabajo peligrosos y precarios debido a que la patronal actúa sin control llevando al capitalismo hasta el extremo, con la complicidad de la administración.
Para denunciar esta situación y mostrar la solidaridad de la clase trabajadora, os invitamos a participar en las iniciativas que se lleven a cabo ante esta muerte.