Son innumerables las trabajadoras comedores escolares que a causa del COVID-19 están en situación de baja médica y no están siendo sustituidas. Entendemos la excepcionalidad del momento que estamos viviendo, pero desde luego tenemos muy claro que las trabajadoras no pueden pagar con su salud la nefasta gestión que la Consejera de Sanidad Gotzone Sagardui y el Consejero de Educación Jokin Bildarratz están haciendo de la situación actual de los centros educativos a consecuencia de la pandemia.
Las trabajadoras de comedores escolares son nuevamente las olvidadas del Departamento de Educación y de las diferentes patronales educativas. Ellas también son trabajadoras del sector educativo y aunque sean personal subcontratado, le corresponde al Departamento de Educación del Gobierno Vasco garantizar que el comedor escolar sea un lugar seguro tanto para las trabajadoras como para el alumnado.
En la nueva actualización del protocolo para los centros educativos de la CAV han vuelto a establecer los “grupos burbuja” que, junto con la falta de personal, suponen que una misma monitora tenga que atender a dos o más grupos burbuja, tanto en el período de comedor como en el de recreo.
Dicho esto, desde el sindicato LAB exigimos al Consejero de Educación Jokin Bildarratz que obligue a las empresas que gestionan los comedores escolares a garantizar las sustituciones de las bajas por COVID-19 de todas las trabajadoras y que ponga todos los medios posibles para que se pueda dar un servicio seguro y de calidad.