El cierre del servicio de Ginecología y Obstreticia del hospital García Orcoyen ha vuelto a poner de manifiesto, según el sindicato LAB, que la gestión del Área de Salud de Estella sigue siendo pésima. LAB reclama que se priorice la atención de la ciudadanía frente a las frías estadísticas y denuncia que el desmantelamiento de la atención sanitaria pública se debe, en primer lugar, a la falta de interés de la gerencia de Osasunbidea y, en segundo lugar, a la falta de personal consecuencia de la doble actividad en centros privados que tienen algunos facultativos.
Hace exactamente cuatro meses LAB exigió la destitución inmediata de la gerente del hospital García Orcoyen de Lizarra debido a que estaba favoreciendo intereses privatizadores y generando un ambiente de trabajo lo suficientemente incómodo para que el Área de Salud de Estella no funcionase como debiera. Esa gerente ya ha abandonado su puesto ‒no la han echado‒, pero la pésima gestión del área sigue y están consiguiendo una falta de atención sin precedentes en la zona, ya que están optando claramente por la derivación de la atención a Pamplona.
LAB no entiende la intención de los gestores de Osasunbidea de acabar con la atención integral del Área de Salud de Estella para derivar ciertos procesos a Pamplona y otros a Tudela. Uno de los motivos podría ser la falta de atención ‒como podría ser la de Ginecología ahora‒, consecuencia de la concentración de profesionales en el Hospital Universitario de Pamplona (HUN), pero es que también está ocurriendo con otros servicios como son Pediatría, Radiología y Dermatología.
El sindicato LAB tuvo que denunciar el grave problema que supone el hecho de que bastantes profesionales de Osasunbidea compaginen su actividad pública con su actividad privada y de que Osasunbidea oculte la situación administrativa de algunos de ellos, algo que la Oficina Anticorrupción exigió que se solucionase y aún no se ha hecho.
Hace falta una apuesta real por el Área de Salud de Estella, reducida hoy a simples números que los gestores anteponen a las personas ‒todo esto en la llamada era de la “humanización de los servicios de salud”, además‒.
Las condiciones laborales de los y las trabajadoras siguen el mismo discurso que la nula respuesta por la falta de cobertura a la atención: infraestructuras obsoletas (como el centro de salud de Lizarra) u obras a destiempo que impiden la actividad ordinaria obligando al desplazamiento perpetuo de profesionales. Sin duda, todas estas medidas influyen muy directamente en la despoblación de núcleos urbanos y zonas rurales.
Los intereses privados y la facilitación de estos por la gerencia y el Departamento de Salud están generando unas listas de espera inasumibles y una falta de atención que roza la irresponsabilidad premeditada. No nos engañemos, lo que nos ahorremos en tecnología diagnóstica ‒como en el caso del nuevo equipo para detectar tumores del HUN‒ debe corresponderse con una atención posterior en el ámbito público.
El sindicato LAB quiere pedir al consejero de Salud que deje de invertir dinero en las empresas privadas y deje de facilitar la actividad de una serie de profesionales públicos en el ámbito privado y apueste realmente por la sanidad pública. LAB tiene muy claro que es fundamental salvaguardar la atención sanitaria en Tierra Estella, potenciando la capacidad resolutiva e invirtiendo lo necesario para no eliminar una parte fundamental de la atención sanitaria de Navarra. Ahora es el momento de tomar decisiones que en definitiva faciliten las condiciones de acceso a la sanidad pública, a través de la mejora en la organización y las condiciones laborales de todos y todas las profesionales implicadas en la salud.