Mediante esta nota informativa queremos aclarar los hechos acontecidos en los últimos meses en la empresa Aguirre y Aranzabal (AYA) y el papel que ha jugado Alex Aranzabal. Hemos visto en primera persona cómo, según pasaba el tiempo, la decadencia era más palpable en todos los ámbitos de gestión.
Tras muchos años de inestabilidad y gestiones dudosas por parte de la dirección, la empresa finalmente se ha hundido. Desde LAB siempre hemos luchado por unos puestos de trabajo dignos y hemos defendido la continuidad y solvencia de esta empresa centenaria, así como de las familias que dependían de la misma, pero las decisiones empresariales han hecho imposible este objetivo.
Hemos visto cómo desde que entró la nueva dirección dela empresa, AYA ha entrado en un declive que no ha podido remontar. En los últimos años ha recibido denuncias por parte de la seguridad social y del sindicato por diferentes motivos: tener a gran parte de la plantilla trabajando mientras se les aplicaba un ERTE, jubilados trabajando, cuentas no presentadas, importación ilegal de armas y un largo etcétera.
La gota que colmó el vaso fueron los hechos ocurridos en verano de 2023: Tras una decisión impuesta unilateral y dictatorialmente por parte de Alex Aranzabal (CEO de AYA), en contra tanto de la opinión del resto de los socios como de la parte trabajadora, decide crear dos empresas ficticias, para así dividir a los 10 trabajadores y trabajadoras en 3 empresas diferentes, mermando los derechos laborales. Tras esto, todos los trabajadores y trabajadoras deciden por unanimidad movilizarse con paros, concentraciones y huelgas en un intento de mediar y llegar a un acuerdo para la solución del conflicto laboral. Como consecuencia, Alex Aranzabal decide cortar todo tipo de comunicación con trabajadores y sindicato (bloqueando todas las formas de interlocución, negando reuniones…) con una actitud prepotente y sin aceptar ningún tipo de negociación. Durante el mes de julio de 2023 se intentó dialogar una vez mas con Aranzabal e incluso se le informó en varias ocasiones de que de seguir en esa linea disruptiva varios de los trabajadores y trabajadoras abandonarían la
empresa. La negativa continua del CEO a ningún tipo de negociación fue absoluta, llevando a la empresa a una situación crítica debido a la baja voluntaria de profesionales insustituibles en sus puestos de trabajo, obligada por la insostenibilidad de la situación sabiendo que se marchaban de la empresa sin derecho a paro, ni indemnización, ni un futuro laboral garantizado.
El tiempo nos ha dado la razón y todas nuestras sospechas se han cumplido, dando todo el sentido a nuestras reivindicaciones y nuestra lucha. Muestra de ello son los 7 juicios que se han celebrado debido a la vulneración de derechos laborales básicos, y todos ellos sin excepción han sido ganados por la representación de los trabajadores y trabajadoras.
En este clima de desesperación e incertidumbre, en febrero de 2024 los trabajadores y trabajadoras se enteran mediante la
prensa que han sido despedidos, ya que la mitad recibieron la carta días más tarde de al fecha de publicación de un
reportaje en prensa, y la otra mitad todavía hoy en día no han recibido dicha notificación obligatoria, teniendo que acudir al
SEPE para verificar cual era su situación laboral.
Desde septiembre de 2023 se adeudan por parte de la empresa nada menos que 6 mensualidades, así como el impago a
la seguridad social, las contribuciones a Geroa y las indemnizaciones correspondientes por los despidos. Queremosllamar
la atención sobre la poca ética y vergonzoso papel victimista adoptado por el CEO y remarcar que las verdaderas víctimas
de esta terrible y nefasta gestión empresarial han sido los y las trabajadoras de AYA.
Desde la entrada en 2018 como gerente de AYA , la plantilla de la armería mas antigua de Eibar , ha pasado de tener 24
trabajadores a actualmente 0, arrastrando por el camino una situación insoportable y de merma para la salud de los y las
obreras, así como un daño terrible en la situación económica de los trabajadores y trabajadoras.
A todas luces, el sistema de gestión llevado a cabo por Alex Aranzabal solo ha supuesto la ruina de la empresa,
proveedores, clientes, trabajadores y el buen nombre y estabilidad de la Villa Armera