Para empezar, es un escándalo que mientras los Directivos del Banco cobraron altísimos sueldos el pasado año, entre ellos el Consejero Delegado José A. Álvarez (6,674 millones) y la Presidenta Ana Botín, que se llevo 9,8 millones de euros (7,49 millones en retribución dineraria y 2,3 millones en el plan de pensiones), aumentando sus ingresos en un 10% respecto al año anterior, a sus trabajadores y trabajadoras as se les ha congelado el sueldo durante 2015. Entendemos que una empresa que alega tener problemas financieros para justificar recortes en su plantilla tampoco puede permitirse pagar esos sueldos escandalosos a sus directivos.
Además, el Banco Santander continúa obteniendo e incrementando sus beneficios cada año. Nada menos que 5.966 millones de euros el año 2015 y en lo que llevamos de año, entre enero y marzo, ha ganado 1.633 millones de euros y se muestra satisfecho.
Por tanto, no vemos justificable que se recurra al dinero público (prestación del paro, ahorro cotizaciones sociales) para abordar una reorganización que puede ser asumida con sus recursos propios.
El Banco Santander ha reducido en los últimos años un numero importantísimo de empleados y empleadas sin tener que recurrir a esta vía del Despido Colectivo y utilizando, en una muy buena parte, las prejubilaciones de su plantilla.
En el año 1999, contaba con una plantilla de 29.792 trabajadores y trabajadoras a los que posteriormente se debería añadir los más de 11.000 del Banco Español de Crédito, banco que compro y que posteriormente en 2013 integro dentro del propio Santander. En los últimos tres años el Banco Santander ha reducido su plantilla en una media de 1.000 trabajadores-as al año y no ha utilizado los Despidos Colectivos ¿Por que ahora si?. A finales de 2015, el Banco Santander contaba con 24.216 empleados-as, 624 menos que en 2014 y 3.467 oficinas, unas 600 menos que el año anterior.
Son solo excusa las que presenta el Banco Santander, solo pretende abaratar, aun más los despidos. Lo único que pretende es quitarse personal al menor coste posible y, si es posible, a cargo de las arcas publicas.
Pretender que seamos toda la ciudadanía, a través del Servicio Público de Empleo, quienes paguemos el coste de las prestaciones por desempleo, del personal que despide lo que, a nuestro entender supone un fraude, un robo a las arcas publicas, no digamos nada, si además las cargas de la Seguridad Social no son pagadas por el Banco, como lo venía haciendo hasta ahora, lo que no se puede permitir.
Creemos que es inadmisible que sean las arcas publicas quienes continúen ayudando a las Entidades financieras, en este caso al Banco Santander a través de aceptarle este ERE, pero recordemos también la cantidad que muchas de ellas han recibido del llamado “rescate financiero” que continuamos pagando entre toda la ciudadanía.
Todo ello, no lo olvidemos, mientras continúan aumentando sus beneficios año tras año y en lugar de devolverlo y comprometerse con la creación de empleo digno, siguen pretendiendo que paguemos la ciudadanía todos los desmanes, los despidos y sus caprichos.
Por todo ello desde LAB hemos presentado Informe Contrario al Expediente de Despidos Colectivos que el Banco Santander pretende, pues lo consideramos una provocación inadmisible y esperamos que la Administración acepte nuestro informe y se oponga a autorizar el Expediente, aun contando con la firma favorable de una parte de la representación sindical que, de esta forma, se convierten en cómplices de una operación que perjudica a las arcas publicas y solo pretende favorecer al Banco.
Que CCOO-UGT-FITC-STS acuerden con el mayor Banco del estado español, el que mayores beneficios obtiene, un ERE en el que van a ser despedidas 680 personas, aceptando las escusas del banco para justificar lo injustificable, es un escandalo.