El 27 de marzo se celebró la segunda reunión del periodo de consultas entre la dirección de la empresa y la representación de las y los trabajadores.
De antemano, la empresa mostró su voluntad a negociar la lista de afectados y afectados, de modo que se buscarían personas voluntarias para la salida de la empresa. La parte social, a su vez, se comprometió a no oponerse a la voluntad de los trabajadores y trabajadoras que decidan acceder a dicha lista. A día de hoy la empresa aún no ha dado ningún paso al respecto.
La única manera de posibilitar la salida de las y los afectados por el ERE de manera pactada, es aumentar las indemnizaciones por encima de lo legalmente establecido, pero la empresa nos manifiesta que eso pondría en peligro el futuro de la empresa.
Nosotros y nosotras nos preguntamos. ¿Acaso los salarios de alta dirección no ponen en peligro la viabilidad de la empresa? Los administradores de la sociedad percibieron en 2021, 295.254,94 euros y en el 2022 un total de 314.838,43 euros. Ha sido habitual el reparto de dividendos, ya que en tres ejercicios (2017, 2018 y 2019) salieron de la empresa más de un millón de euros para repartirse entre los socios. A eso también nos referimos a la hora de culpabilizar a la dirección de la actual situación.
Las peticiones de LAB son claras. Ningún despido sin consentimiento de la o el afectado y mejorar las indemnizaciones.