El sindicato ha llevado a cabo esta mañana una movilización no mixta protagonizada por trabajadoras de profesiones feminizadas. Destacando que es hora de dejar de hacer negocio con los cuidados, han interpelado a las instituciones que actúan en beneficio de la lógica del capitalismo en las convocatorias de Gasteiz (Diputación), Bilbo (desde el Ayuntamiento hasta la Diputación), Donostia (Boulevard), Baiona (estación de tren) e Iruñea (Parlamento).
La crisis de los cuidados sigue dejando muchas consecuencias y ha quedado claro qué limitaciones tiene el sistema para poder sostener la vida sin explotar a nadie. Por lo tanto, en lugar de primar la calidad del servicio y las condiciones dignas de los y las usuarios y trabajadoras, cargan los perjuicios sobre las espaldas de la ciudadanía, una vez más.
Ante esta situación, sin embargo, son muchas las mujeres que luchan sector a sector y LAB ha querido traer sus reivindicaciones al centro. Así, trabajadoras del servicio de atención domiciliaria, residencias, empleadas de hogar e intervención social han tomado el escenario de Bilbao. Se han sumado a la movilización del 8 de marzo con el objetivo de frenar la tendencia privatizadora y transformar el modelo de cuidados capitalista y patriarcal.
Lectura de Garbiñe Aranburu
La coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, también ha participado en la intervención celebrada al término de la manifestación junto a la sede de la Diputación de Bizkaia. Ella también se ha centrado en la situación de los cuidados: “Las mujeres nos hemos hartado. No queremos vivir encadenados a tareas domésticas y de cuidado no reconocidas ni remuneradas. No aceptamos la precariedad que genera la división sexista del trabajo”. Frente a ello, ha insistido en la necesidad de cambiar radicalmente el actual modelo de cuidados “caduco y agotado”, así como de impulsar alianzas feministas e impedir que las mujeres que trabajan en cuidados lo hagan de formas precarias.
En este sentido, Aranburu también ha querido exigir a los hombres que asuman la responsabilidad que les corresponde: “El sistema genera brechas para sacar plusvalía y como forma de dominación entre hombres y mujeres o entre trabajadoras migradas y autóctonas. Es el propio sistema el que hace que existan diferentes niveles entre la clase trabajadora, lo cual es evidente en el ámbito de los cuidados”.
Garbiñe Aranburu ha recordado que el sindicalismo feminista se está fortaleciendo, algo por lo que LAB apostó hace tiempo. «En el ámbito del cuidado, en los sectores feminizados, sois miles las que tenéis abierta la lucha sindical, no habrá titulares de los principales medios de comunicación para vosotras, pero tiene una importancia enorme la lucha que estáis llevando a cabo, pasaréis a la historia», ha expresado la coordinadora general del sindicato a las trabajadoras.
Reivindicaciones de LAB
Mediante la lucha que estamos llevando a cabo las mujeres en defensa de unos trabajos y servicios públicos de calidad, la lucha sindical feminista se está fortaleciendo. Seguiremos luchando como lo estamos haciendo en la negociación colectiva, haciendo interpelación política institucional y construyendo alianzas con el Movimiento Feminista.
LAB exige lo siguiente:
> La prohibición de privatizar los servicios sociales de cuidados, comenzando por las residencias de mayores y la ayuda a domicilio.
> La gestión directa de todos los servicios sociales de cuidados. La titularidad de estos servicios es de las instituciones, por lo que deben asumir la gestión directa de los mismos. También la regularización del trabajo de hogar a través de un convenio colectivo que salvaguarde sus condiciones laborales.
> El control sobre las empresas que gestionan estos servicios y la obligación de negociar convenios y equiparar sus condiciones a las de los servicios prestados de manera pública y directa, hasta su publificación. El cuidado, como derecho, no puede quedar en manos privadas.
> Exigimos el pago y reconocimiento de la deuda patriarcal para todas las trabajadoras de cuidados (remuneradas y no remuneradas).
> Regularización de todas las trabajadoras de hogar en situación irregular.