Durante los últimos años, la clase trabajadora navarra se ha movilizado en multitud de ocasiones y de múltiples maneras. Miles de personas han llenado las calles para rememorar la conquista de Navarra, para denunciar los recortes y la corrupción, para reivindicar un cambio político y social.
Una nueva hegemonía popular está emergiendo frente a la élite económica y política que ha manejado Navarra a su antojo. Precisamente esa élite ha sacrificado a Barcina (algo más que un peón: se puede decir que en términos ajedrecísticos es la reina, que se sacrifica cuando la partida está en peligro) para intentar renovar la fachada de un Régimen podrido.
La marcha de Barcina se trata pues de una victoria popular, puesto que es la movilización social la que la ha deslegitimado por su política antisocial y corrutpa. Ahora es necesario redoblar esfuerzos para evitar cualquier regeneración del Régimen y poner en marcha definitivamente el proceso de cambio político y social en Nafarroa.
En opinión de LAB, este proceso debe abordar tres retos principales: en primer lugar, cambio radical de la política económica y social en beneficio de la mayoría trabajadora (empleo, vivienda, sanidad, educación, protección social); en segundo lugar, desarticulación de los cortijos, privilegios y corruptelas promovidos por el Régimen (burocracia en la administración, Holding de Diálogo Social, favoritismo respecto al Opus Dei); y en tercer lugar, democratización plena para que la ciudadanía navarra pueda ejercer sus derechos (derecho al aborto, derecho a estudiar y vivir en euskera, derecho a decidir nuestro futuro).
Es evidente que la élite económica y política que ha esquilmado Navarra, con la colaboración de UGT y CCOO, hará todo lo posible por evitar el proceso de cambio. Por ello es necesario que la clase trabajadora se movilice con todas sus fuerzas para posibilitarlo. LAB trabajará codo con codo con todo aquel que apueste por el cambio.