1.- Es una desfachatez que se alardee de unos datos que el propio Gasco sabe que ocultan una precariedad galopante, unos sueldos de miseria, cuando no el fraude mediante horas extraordinarias que no se declaran ni cotizan a las arcas públicas.
2.- Alardear de un aumento del 2,5% de altas en la Seguridad Social cuando saben que en el Sector Servicios, como mínimo, el 80% de los y las trabajadoras son precarias y mientras en Donostia, el número de familias en situación de dificultad económica y riesgo de exclusión social son más de 14.600, con un aumento del 7,6%, demuestra la poca sensibilidad que tiene el Gobierno municipal con las personas que más sufren en la ciudad.
3.- Que Goia y Gasco, como máximos responsables de PNV-PSOE en el Ayuntamiento de Donostia, se dediquen a gastar dinero público para dar ayudas a la hostelería, el turismo y el comercio, cuando reconocen que el turismo aumenta de forma exponencial y el sector servicios se forra; demuestra cuáles son sus prioridades, anteponer los intereses de los empresarios a las verdaderas necesidades de los y las donostiarras más necesitadas.
Por todo esto, desde LAB tenemos que denunciar la “pose” del Ayuntamiento donostiarra, su “alarde” de datos muy “bonitos” pero que utilizan para ocultar otra realidad que no quieren atajar, como son los problemas de los y las trabajadoras, la precariedad, el aumento de las dificultades económicas y el riesgo de exclusión social que sufren cada vez más personas y familias en Donostia.
Emplazamos al Ayuntamiento de Donostia y a su equipo de gobierno (PNV-PSOE) a abandonar políticas de foto, de vender solo la imagen “bonita” de una ciudad donde se forran los de siempre, los empresarios de los sectores que más se están beneficiando del turismo galopante, mientras el ayuntamiento mira para otro lado ante los problemas de miles de donostiarras que no tienen empleo o lo tienen precario, no llegan a fin de mes o se encuentran en grave riesgo de exclusión social.
Es hora de cambiar prioridades y políticas y anteponer los intereses de la ciudadanía donostiarra, principalmente la más necesitada, terminar con la precariedad, y poner fin a “alardes” de unos políticos que parecen buscar el aplauso de los hosteleros antes que querer solucionar los problemas de la ciudadanía.