El Consejero de Industria del Gobierno Vasco, Mikel Jauregui, este martes en comparecencia parlamentaria, realizó varias afirmaciones que dejan en evidencia que la plantilla de Guardian y sus puestos de trabajo en ningún momento han sido una prioridad para el Gobierno Vasco.
Desde el mismo día que se comunicó el cierre de Guardian, desde LAB manifestamos que no aceptábamos el cierre de la empresa y mucho menos las causas que alegaba la multinacional para su decisión. No existen razones técnicas ni productivas ni mucho menos económicas inevitables, sino una estrategia calculada que conduce al cierre de la planta y a la destrucción de los 171 puestos de trabajo.
Lamentablemente, el Gobierno Vasco decidió hacer oídos sordos y ha permitido que Guardian lleve a cabo un proceso de enfriamiento del horno sin abrir ninguna vía real de negociación, sin contar con la plantilla ni explorar alternativas como la búsqueda de inversores o proyectos industriales que dieran continuidad a la actividad antes de el ERE de extinción.
Este martes, en comparecencia parlamentaria, en un ejercicio de cinismo e hipocresía, el Consejero Mikel Jauregui afirmó que la semana que viene va a tener contactos con posibles inversores y que el Gobierno Vasco está dispuesto a participar económicamente en la operación siempre y cuando se garantice que el proyecto industrial sea sólido, de futuro, con arraigo, y genere empleo de calidad, pero lo que ocultan reiteradamente es que para que todo esto suceda las 171 personas trabajadoras de Guardian tienen que ser despedidas.
Desde LAB nos preguntamos: ¿por qué hay que despedir a la plantilla para dar pasos? ¿Por qué no actuar ahora y ofrecer alternativas a los y las trabajadoras que van a ser despedidas? En lugar de aceptar sin más la hoja de ruta impuesta por la multinacional, las instituciones deberían trabajar en un marco de negociación real, donde la plantilla también tenga voz y donde se busquen soluciones reales para responder al problema actual.
Desde LAB exigimos que se reflexione sobre la capacidad real del Gobierno Vasco y de las instituciones para intervenir en situaciones como esta. No pueden ser meros espectadores y en muchas ocasiones colaboradores de las decisiones de las multinacionales. Es necesario abrir marcos de negociación en los que todos los intereses estén representados y en los que se trabaje activamente por el derecho al empleo de todas las personas trabajadoras, así como del tejido industrial de nuestro territorio.
No aceptamos que el futuro de 171 familias dependa exclusivamente de una multinacional que solo ve números donde nosotras vemos personas, comunidad y años de trabajo.
Pedimos compromiso, responsabilidad y acción. El tiempo de esperar ha terminado y es hora de actuar.