Cuando la Seguridad Social denegó el doble permiso para cuidar del menor a una persona que ha sido madre como progenitora única, el sindicato LAB interpuso una demanda. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha ratificado la decisión de la Seguridad Social. LAB, quien defiende los derechos de estas madres, considera inaceptable la decisión y hemos querido reafirmar la importancia del derecho a los cuidados.
El sindicato LAB aboga por los derechos de las familias monomarentales. Naike fue madre en julio de 2022, por lo que la Seguridad Social le concedió una prestación de dieciséis semanas para el cuidado del menor. Ante esta situación, como familia monomarental, presentó una solicitud de otras dieciséis semanas, ya que en su caso, existiendo una única persona progenitora, este derecho para el cuidado del menor se consideraba imprescindible. Como es habitual, la Seguridad Social le negó ese derecho y ante ello presentamos la demanda ante el juzgado, ya que hasta entonces la mayoría de los juzgados se habían pronunciado a favor de ese derecho. El pasado 8 de marzo, el Tribunal Supremo frustró el camino para conseguir judicialmente este derecho.
Esta cuestión, que constituye una violación de derechos para las familias monomarentales, fue remitida al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y en base a ello solicitamos la suspensión del juicio hasta que Europa dicte una resolución firme. Sin embargo, se han encontrado con las negativas de la Seguridad Social, la cual ha solicitado expresamente la celebración del juicio, y hoy, 19 de abril, en el juzgado de Gasteiz, se ha celebrado, sin tener en cuenta las peticiones realizadas por el sindicato LAB.
Por tanto, LAB expresa lo siguiente:
La sociedad y el contexto social, más allá de un modelo de familia único, está llevando a cabo una transición por la diversidad de opciones, entre las que se encuentran las personas que deciden encabezar familias monomarentales.
Pero todos los mecanismos de este sistema capitalista (cis)heteropatriarcal no sólo se destinan a reforzar y premiar el modelo nuclear familiar, sino que castiga todas las opciones que se sitúen fuera de él. El sistema dispone de todas las herramientas (incluso jurídicas) para la reproducción de este modelo y este es un ejemplo más. De hecho, el modelo de familia nuclear es absolutamente necesario para sus intereses económicos.
Estamos hablando de una doble opresión: se da discriminación en función del sexo porque la mayoría de las personas progenitoras solas son mujeres, y por otro lado, se vulnera el propio derecho al cuidado, porque también está discriminada la persona que tiene que ser atendida. Es decir, el cuidado es algo que vuelve a quedar al margen, siendo los únicos instrumentos que tenemos hoy en día para garantizarlo tales permisos, diseñados desde la lógica del trabajo productivo y que no ponen en valor la sostenibilidad de la vida. También tenemos que hablar de la trampa de la conciliación y de la paradoja del sistema, ya que cuando las tareas de cuidado son gratuitas y no suponen un coste económico para el sistema, éstas recaen sobre las mujeres.
Aunque en los planes de igualdad y en las distintas legislaciones se tienen en cuenta teóricamente diferentes modelos de familia, en la práctica se ve cómo el modelo único se sitúa dominantemente en el centro y todos los demás son secundarios. Estas políticas de igualdad no tienen capacidad para apoyar modelos que salgan de la norma, por lo que exigimos políticas feministas.
No podemos permitir que se sigan vulnerando los derechos de las familias monomarentales. Por tanto, desde el sindicato LAB, ante esta situación:
• Reivindicamos un sistema integral que ponga el cuidado en el centro. Necesitamos un Sistema Público Comunitario de Cuidados.
• Necesitamos un Código de Trabajo y una ley de la Seguridad Social propias para Euskal Herria.
• Necesitamos un marco propio en el que se tenga en cuenta la diversidad más allá del modelo hegemónico (cis)heteropatriarcal y se generen derechos para estas realidades.
• Exigimos recursos y cambios legales para materializar estos derechos. De lo contrario, no son más que medidas para el blanqueo.
Ante esta situación, el sindicato LAB anuncia que en los próximos días llevarán a cabo movilizaciones en favor de este derecho de las familias monomarentales a cuidar de sus criaturas sin ser discriminadas. Constatamos, una vez más, que no pueden ser los tribunales quienes establezcan los derechos en función de la decisión que adopten. “En la medida en que las vías legales sigan siendo una herramienta vacía para el reconocimiento de derechos, desde LAB seguiremos impulsando la lucha socio sindical, que tenemos claro, es la herramienta más eficaz para la transformación social”, concluyen.